Un Antela con respuestas

Hasta siete futbolistas del Antela presionan a un rival, ayer en el campo de A Moreira de Xinzo. (ÓSCAR PINAL)
photo_camera Hasta siete futbolistas del Antela presionan a un rival, ayer en el campo de A Moreira de Xinzo. (ÓSCAR PINAL)
Los limianos se sobreponen a un gol en contra para terminar goleando a base de contestaciones a cada adversidad

Inmaculado Antela, que supo sobreponerse a un gol en contra culpa de una acción en la que los defensores estuvieron blandos a la vez que permisivos. Lo mejor para los limianos es que siempre encontraron respuestas, a ese 0-1 con un zapatazo lejanísimo que el portero se quitó de encima como pudo con los puños y una vez conseguido el empate todavía en el primer tiempo con un contragolpe que partió del guardameta, que sacó lo que era el segundo pontevedrés sí o sí. Charly, en la primera pelota que tocó, puso más tierra de por medio en un estadio que se deja las manos ante tantos motivos por los que aplaudir.

Es el de Sabucedo un equipo de gladiadores, difícil es para el rival superar líneas porque si te vas de uno te salen dos o tres. O hasta siete incluso. Sin complejos pese a que estas alturas de la temporada pasada competía en la Primera Galicia, lo mejor que tiene este Antela es su infatigable visión hacia delante, es de los que van y van y vuelven a ir, lo de especular o guardar no va con ellos. Siempre de frente, al cuarto de hora ya tenía a dos futbolistas amonestados.

No es desde luego el Beluso uno de los peores equipos de la liga, con lo que era evidente que en alguna le iban a cazar. La encontró a los veinte minutos, solo que el derechazo cruzado de Lindinho se perdió a un palmo del palo. Por ahí va lo de las respuestas, Peral puso una pelota en el punto de penalti que a Poli Romero, el rematador, se le marchó arriba.

En la siguiente llegada no perdonaron los visitantes, Manufre fue sorteando contrarios, quizá demasiado contemplativos, antes de dejarle a Hugo que diese un pase a la red. Sentó mal el gol, Pedro Castro lo pagó con el portero, obligado a despejar de aquella manera un pelotazo violentísimo. Se acercaba el descanso, minuto 42, cuando el 10 blanquinegro hacía el empate de la única forma posible, con un remate acrobático maravilloso.

Suso apareció para repeler el remate a bocajarro de Hugo, en lo que parecía la repetición del 0-1, con los mismos protagonistas del Beluso, previo paso la bola por Manufre, un tipo grandón pero habilidoso. La contra fue un visto y no visto, el remate final de Poli Romero bien merece unas cuantas repeticiones. Fue en el minuto 66 cuando Charly ingresó en el campo, en el momento en el que el Antela iba a sacar de esquina. Pelota en juego, rechace y golpeo del ourensano, 3-1. Es lo que se llama llegar y besar el santo.

Ahí dimitió el Beluso, al que tres cambios de una tacada tampoco reanimaron. Por el camino también perdió a un auxiliar, víctima del exceso de celo de un línea, que además de levantar la bandera cuando era menester hizo de chivatillo. 

Más de Charly

Más pendientes de llegar a tiempo al Clásico, sin nada que rascar ya en Xinzo, se salvaron del cuarto porque el delantero Charly golpeó arriba en lo que eran tres rematadores para el mismo balón, uno servido desde la derecha con los visitantes completamente desarbolados. A la siguiente no tuvieron tanta suerte, el limiano salió ganador del mano a mano con el arquero. Sin tiempo para más recortó Manufre, una anécdota.

Te puede interesar