Deporte local
Un técnico feliz y otro orgulloso
El Compostela es el primer equipo en clasificarse para la final que se celebrará el próximo 25 de julio, tras derrotar al Barco por 3-1. Los de Valdeorras fueron de menos a más, pero les faltó pegada ofensiva y les faltó contundencia defensiva. Pese a quedar eliminados, el Barco se marcha con la cabeza alta en la primera promoción que disputa en su historia y en la que dio la cara.
Le costó al equipo barquense meterse en el partido, pese a que tuvo la primera ocasión con una falta directa de David Álvarez en el primer minuto. El Compostela estaba más enchufado y parecía tener una marcha más. Avisó Primo con un mano a mano que salvó el meta Iván Oviedo a los tres minutos y no perdonó el lateral Jimmy, tras una buena apertura de Bicho, con un tiro raso a los 8 minutos para hacer el 1-0. Los santiagueses se encontraban cómodos y volcando el juego por ambas bandas creaban dificultades a la defensa barquense que pasaba por apuros.
Mientras, los de Manolo Pérez, poco más peligro creaban que con jugadas a balones parado, siempre con David Álvarez como ejecutor. A los 18 minutos llegó el segundo mazazo para los de Valdeorras. Saque de esquina que peina el ourensano Soto en el primer palo y que remacha en el segundo el delantero Primo, libre de marca. Ese gol dejó tocado al Barco que no encontraba el sitio y se mostraba demasiado blando en la parcela defensiva. El extremo Miki tuvo a los 22 minutos otra ocasión clara para el Compos al plantarse sólo ante el meta Oviedo, pero éste salvó a los suyos del tercero.
Pausa de hidratación
A la media hora se paró el partido para que los jugadores se hidrataran y ese descanso le sentó bien al equipo ourensano. Salió con un poco más de iniciativa y no perdió la fe en intentar volver meterse en el partido. Y lo hizo, como no podía ser de otra forma, con David Álvarez como protagonista. Corría el minuto 43 cuando Álvarez volvió a demostrar la calidad que atesora en sus botas y puso el 2-1 en el marcador luego de transformar de forma magistral un saque de esquina que se coló de forma directa en la portería defendida por Pato Guillén.
Un gol que dejaba abierto el partido para la segunda parte, máxime cuando para todos es una incógnita saber como podían responder las piernas de los jugadores luego de cuatro meses parados.
Aunque el comienzo de la segunda parte no varió mucho los acontecimientos. En tres minutos dos llegadas para el conjunto de Iago iglesias, la más clara para Miki que volvió a salvar el meta madrileño Iván Oviedo. Las facilidades defensivas seguían siendo el principal problema de un Barco demasiado endeble.
Tras eses dos nuevos sustos, los de Valdeorras se hicieron con el dominio, pero una frivolidad del meta Iván Oviedo casi sentencia el partido. Intentó un regate innecesario que por suerte para él acabó con una falta y una tarjeta amarilla para el meta que se ejecutó sin consecuencias. El partido se descontroló, seguramente motivado por el cansancio que empezaba a hacer mella, por eso ambos equipos comenzaron a mover el banquillo y refrescar los onces.
El Compostela arriesgo menos ya que ganaba el partido y además le valía el empate para clasificarse para la final. El Barco todo lo contrario. Por eso el técnico Manolo Pérez apostó por la calidad de Caique y Paquito para ver si podían remontar el partido.
Al llegar al minuto 75 se produjo la segunda pausa para la hidratación. Puso más artillería el entrenador barquense con Diego Tato y Carlos Villar y la apuesta salió bien. Los suyos se hicieron con el control absoluto del partido y el Compos se tiró atrás para aguantar el resultado. Los rojillos eran los doninadores absolutos, pero les falta claridad a la hora de pisar el área de los santiagueses.
Se llegó al descuento y el Barco seguía buscando ese gol, que además de empatar el partido, le daba la oportunidad de dar una sorpresa. Pero el Compostela se rehizo y terminó durmiendo el partido y sentenciándolo en el 95. Fue otro despiste defensivo en un saque de banda que profundizó Hugo Sanmartín que cedió al recién salido Gabri Palmás, que sólo tuvo que empujarla para hacer el 3-1 que ya sería definitivo.
El Barco quedó eliminado, pero se puede ir con la cabeza alta en la primera promoción de su historia que con la progresión que lleva el equipo en las últimas temporadas seguro que no será la última.
