El COB derrotó al Navarra en el último partido de Liga y prepara el play out de permanencia que lo enfrentará al Rioja con el factor pista en contra

Buen presagio

Andy Ogide lanza a canasta ante el pívot checo del Navarra Ondrej Starosta. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
El COB peleará por la permanencia con las buenas sensaciones del último partido como inmejorable viento de cola. Llega con una sonrisa en la cara a una cita tan apasionante como temible. El equipo ourensano llega reforzado y la afición ilusionada.
No se jugaba nada, pero el COB encontró ante el Navarra un botín nada despreciable. Reencontró sensaciones, rompió una mala dinámica y gustó ante su público. De cara a una serie en la que los detalles serán decisivos, lo de ayer cobra todavía más valor.

'Me gustaría felicitar a los jugadores del Ourense por la profesionalidad que han demostrado', decía Ángel Jareño. Visible para el equipo visitante lo que la grada del Pazo ha constatado toda la temporada. Quizá el mejor aval de cara a un play out en el que Rioja sigue siendo favorito, pero menos.

La puesta en escena de los de Rafa Sanz disipó dudas sobre su grado de implicación con el envite. Barbour anotó sin descanso hasta conseguir abrir brecha y Starosta trató de cortar la hemorragia con una superioridad en la zona insultante.

Demasiado poco para combatir a un COB que ya está acostumbrado a brillar cuando las piernas están frescas. No importó que Sanz reinventase el cinco inicial. Los ourensanos salen a la carrera según escuchan el pistoletazo de salida. 12 de ventaja y la sensación de jugar a placer ante un rival con una marcha menos de intensidad.


A MENOS

Una vez más el COB se fue quedando en menos. Comprensible cuando la progresión enviaba el marcador a cifras escandalosas, pero preocupante de cara a lo que está por llegar. Demasiada irregularidad. Demasiado bien por momentos y mal en otros. Cierto que las rachas negativas ya no perduran en cuartos completos pero el COB tiende a irse apagando en los partidos en el último mes de competición. Esta vez salió cara. Las dos anteriores, cruz.

Apareció Narros y sobre todo Cage para nivelar la balanza. No era suficiente Starosta y el checo además se fue quedando si fuelle pero Cage vio aro con facilidad desde la distancia, Narros acercó al aro su rango de acción y la entrada en pista de Sanz añadió verticalidad al Navarra.

Volteo al marcador y final igualado gracias a la facilidad anotadora de Kedzo y la irrupción en el partido de Rai López. El croata y el andaluz ni sienten ni padecen cuando hay que llevar las riendas. Para lo bueno y para lo malo. El pívot clavó ocho puntos vitales y el base leyó fatal un contrataque y perdonó un tiro libre pero también anotó un triple decisivo y encaró el aro cuando otros no sabían de él.

Un final a cara o cruz que el COB pudo evitar de no mediar dos decisiones arbitrales rigurosas y decido por un triple de Gibbs marca de la casa. El base pasó de ver el partido desde el banquillo a jugarse del tiro final con el mismo rictus. Final premonitorio de lo que está por venir. Moneda al aire y...

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