El equipo ourensano confirmó en la segunda mitad ante el Axarquía que está muerto anímicamente y que necesita cambios si no quiere seguir hundiéndose

El COB se suicida

Kale trata de anotar ante Nguirane. (Foto: Miguel Ángel)
No hizo falta que el Axarquía mostrase instinto asesino para acabar con el COB Los ourensanos se suicidaron por ahogamiento en otro partido lamentable y en el que hasta el más ciego, desinformado o nulo aficionado al baloncesto se daría cuenta que este equipo está muerto en vida.
Melilla, Palencia, Lleida y ayer Axarquía. Por arte de magia no van a llegar las victorias y seguirán sin llegar por mucho que se deseen. Pasaron los equipos de la 'otra liga', los de la liga del medio, los de la de abajo y nada de nada. La primera vuelta se acaba y aquí no hay ni trampa ni cartón. Este COB es lo que es y no da para más. Cadáver apalabrado.
La primera mitad confirmó que los ourensanos tienen juego, calidad y ganas para competir en la liga y aspirar a mucho más que no ser último o penúltimo. Buena circulación de balón, reparto de protagonismo y exigencia defensiva. Muy superior a su rival y sólo contestado por la concesión de segundas opciones. La ventaja llegó a ser de 12 puntos y pudo ser de más.
Bien Frutos y muy bien Kale. Cómodo en ataque Riley y notable en las dos zonas Carter. Sin bajones nunca con las rotaciones. Un COB sin peros que ponerle.

Lamentable
El problema del COB es que no sirve para nada jugar bien a medias, dos o tres cuartos. Que entrenar bien carece de valor cuando en los partidos no se refleja y que echarle ganas cae en saco roto cuando se tiene más miedo a perder que ilusión por ganar. Un equipo sin líder al que recurrir cuando hay que asumir la responsabilidad y atolondrado cuando toca mirar al marcador y jugarse de verdad las victorias.
La segunda parte fue lamentable. El miedo se apoderó de un equipo sin rumbo ni criterio. Aferrándose a una ventaja que se fue perdiendo sin remisión. ¿Qué hizo el COB para mantenerla? Riley confirmó lo de siempre, que no sirve para asumir protagonismo. El americano exterior del equipo tiró un tiro en toda la segunda mitad. En 15 minutos no anotó.
Frutos se empeñó en estropear su partido y encadenó malas decisiones y perdidas de balón sin descanso hasta acabar con diez.
Quisieron agarrar al equipo Kale y Huertas pero ninguno tuvo acierto. También Morentin, pero se quedó sin fuerzas. García fue el menos malo pero insuficiente para aspirar a nada en solitario.
El COB anotó 20 puntos en la segunda mitad. Otra vez sin tiro exterior. ¿Sigue siendo casualidad? ¿No hace falta todavía un tirador?
No hay más que esperar. No es cuestión de actitud ni de implicación. El equipo quiere pero no da más. Toca mover ficha o resignarse a seguir desangrándose.
El COB ya está en puestos de descenso a la LEB Plata y el siguiente peldaño es ser último. El equipo pide ayuda y no precisamente con ruedas de prensa. La afición pide cabezas.

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