El ganador de la carrera absoluta regenta un negocio familiar de hostelería en Sigüeiro
Camarero en una cervecería y vencedor de la cuadragésima edición de la San Martiño. Por qué no. La mezcla parece perfecta y el protagonista de la historia no es otro que Nuno Filipe Pinto da Costa, un portugués de 30 años recién cumplidos que ayer subió como la espuma a lo más alto del podio de la carrera popular ourensana.
Campeón nacional portugués desde las categorías más jóvenes hasta sub 23, Nuno Costa era hace poco más de una década una de las más firmes promesas del atletismo luso. Es un todoterreno, pues domina tanto las pruebas en ruta como el cross, y llegó a representar a su país en Europeos y Mundiales, sobre todo en pista cubierta y en las distancias de 1.500 y 3.000 metros. "Era muy bueno y la gente decía que tenía mucho futuro".
Pero la de Nuno Costa es clon de otras muchas historias de deportistas con grandes condiciones que por diversos motivos no llegan a lo más alto. En su caso, al menos sigue disfrutando del deporte que le apasiona, y logrando éxitos, aunque ha cambiado los podios en las grandes citas internacionales por los de las carreras populares del calendario autonómico: hace tres semanas logró el triunfo en la carrera de su casa, la Popular de Santiago, y ayer lo hizo en la San Martiño, y con una gran superioridad. "La carrera fue un poco difícil por las condiciones del clima, el piso es casi un 50 por ciento en piedra y resbalaba mucho, aunque estaba igual para todos. La victoria fue difícil por el nivel de los atletas, sobre todo Alejandro Fernández, que corría en casa, además de Lolo Penas, pero vi que estaba superior a los rivales y gané".
Y llegó el momento de asestar la puñalada a sus rivales: "A partir del kilómetro 6 y 7 vi que estaba mejor que Alejandro, lo vi sufrir más que yo. Forzé un poco y vi que no reaccionaba. Lo animé diciéndole 'venga, venga, venga', pero no siguió el ritmo y al final conseguí descolgarlo".
Nuno Costa se vino para Galicia hace tres años con su familia, entre ella la más próxima, su mujer y su hija, y montó un negocio de hostelería: "Es una cervecería en Sigüeiro, nada más salir de Santiago, porque el atletismo no da para ser profesional y hay que buscarse la forma de vivir. ¿En buena forma? Sí, estoy en un buen nivel, pero es imposible hacer mucho más de lo que hago. Entreno por las mañanas y voy a trabajar, por la tarde vuelvo a entrenar y al terminar vuelta a la cervecería, y todavía tengo que sacar tiempo para mi familia (por cierto, su esposa y su hija fueron ayer las dos primeras fans del gran campeón)".
“Me he sentido muy a gusto”
"Preparé estas carreras con bastante cariño porque estoy viviendo en Galicia y para mí es un orgullo ganar aquí. Me gustaría llegar a ser uno de los mejores atletas de las pruebas de Galicia". La San Martiño "me encantó, el tiempo era muy malo para el público y sin embargo había mucha gente dando ánimos. Me he sentido muy a gusto".
