Delegado del RC Celta de Vigo durante seis años, cierra su etapa en el club 'con la pena de no haber ascendido a Primera'

'Me creció la barba en el Ourense'

José Ricardo Fernández, en uno de los laterales del céntrico Parque de San Lázaro. (Foto: miguel ángel)
Su nombre está ligado al fútbol casi desde que tiene uso de razón. Con pantalones cortos profundizó en su afición y la compaginó con otras modalidades como el baloncesto, pero siempre con el fútbol en primer plano, deporte al que ha dedicado su vida y su tiempo.
Su cara es familiar en buena parte de los campos españoles y habitual en todos los de élite. Empezó en el Ourense, no dudó en hacer las maletas para hacer 'las Américas' y probar fortuna en Leganés y Jerez, regresó a Galicia pensando en colgar las botas en Vigo y ahora asume con tranquilidad que le toca hacer un descanso y ver los toros desde la barrera, toda vez el club le comunicaba recientemente que no contaba con él la próxima temporada. José Ricardo Fernández (Ourense, 3 de diciembre de 1949) echa la visita atrás con nostalgia y orgullo con una carrera profesional intachable en un deporte en el que el segundo plano marca diferencias aunque pase desapercibido.


MUCHOS RECUERDOS, ¿NO?

Muchos. La Agrupación Deportiva Parque, el Ourense, Lemos, Arenteiro... Me acuerdo de ver el Couto lleno en Tercera división.


¿Cómo pasa uno del campo al banquillo y del banquillo a los despacho?

Primero alternaba jugar con entrenar al juvenil del Ourense y luego Antonio Docabo me dijo que cogiese el Atlético Parque. Luego alternaba el trabajo con el Ourense con entrenar al Lemos o al Arenteiro. Jorge Bermello me instó a que me centrase en el trabajo en los despachos. Se hizo una labor extraordinaria para que el club no desapareciese. La gente que dirigía el club era gente de empresa y sabía lo que hacía. Bermello intentó buscar una figura como la del manager inglés y yo hacía de todo en el club, era el único empleado que había.


¿CUÁNTOS AÑOS EN EL OURENSE?

25 años, se dice pronto. En el Ourense me creció la barba. Sigo siendo socio del club y siempre tuve la idea de ayudar en lo que pudiese cuando me jubilase. Lo ha sido todo, fue mi trampolín.

¿Y POR QUÉ SE FUE?

Me llegó una oferta extraordinaria del Xerez. Era un gran proyecto y mi mujer me acabó de convencer.


SEGUNDA ETAPA EN EL OURENSE, ¿CÓMO FUE?

Fueron unos años muy complicados. El club estaba estructurado por el Grupo Bahía y costó mucho cambiarlo todo.


Y OTRA AVENTURA...

Sí, a Leganés. Fueron tres años muy bonitos pero también complicados en la parcela personal. Allí ya estábamos solos mi mujer y yo, sin los hijos.


¿MORRIÑA?

Me llamó Horacio Gómez para que viniese al Celta como delegado profesional y no lo dudé. El Celta y además cerca de mi casa, era una experiencia que me interesaba y la verdad es que no lo pensé.


¿QUÉ TAL LA HISTORIA EN EL CELTA?

Tengo recuerdos maravillosos de estos seis años. El paseo en autobús con las calles llenas cuando nos clasificamos para Copa de la UEFA fue algo inenarrable.


EL DESENLACE NO FUE TAN BONITO...

Los clubes son empresas y tienen que buscar soluciones y ahorrar costes. Me ha tocado a mí pero la mayor desgracia es no haber ascendido este año a Primera.


CABALLEROSA RESPUESTA Y QUE DICE MUCHO...

Sólo puedo decir que he estado en muchos clubes y que en todos he estado más años que por los que había fichado inicialmente. Salir del Celta fue una sorpresa porque tenía la esperanza de terminar mi carrera allí, pero son cosas del fútbol y no pasa nada. Repito que sin duda la mayor pena es no haber ascendido a Primera.

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