El Pabellón solo estuvo en la pista en la segunda parte, cuando ya era tarde para remontar el partido
Otra vez más, dos cuartos para olvidar lastraron las opciones de victoria de un Pabellón que cayó ante un rival directo por la permanencia, el Universidad de Valladolid (58-62).
La derrota de las ourensanas se fraguó, merecidamente, en la primera mitad del encuentro. Aprovechando la falta de concentración, la debilidad en defensa y tomando ventaja de los errores impropios del equipo decano de la categoría, el Valladolid se fue distanciando en el marcador, gracias a una acertada desde la línea de tres Cristina Salinas (8-20).
Pocos cambios positivos y muchas carencias en el segundo cuarto. Error tras error en defensa, sin fluidez en el ataque e incapaces de generar ventajas en ninguna de las posiciones, las locales llegaron al descanso con una desventaja de 14 puntos, que podría haber sido mayor de haber entrado alguna canasta fácil de las vallisoletanas, excesivamente cómodas en la cancha.
Esta vez la reacción llegó en el tercer periodo tras la avería de los relojes de posesión. Después de diez minutos de parón, el Pabellón llegó a Os Remedios y anotó más en este cuarto que en toda la primera mitad. Los 24 puntos a favor y alguna buena defensa permitieron que las locales estrechasen la renta a los 11 puntos (41-52) reflotando la esperanza entre los aficionados.
Los últimos diez minutos fueron los de la búsqueda del milagro que casi llega. Un parcial de 12-0, en lo que fueron sus mejores minutos en lo que va de temporada, permitieron al Pabellón empatar el partido con cuatro minutos por jugar (56-56). Sin embargo, la precipitación y la ansiedad jugaron en contra del equipo de Benjamín Rodríguez que no supo aprovechar la oportunidad y se queda en el farolillo rojo de la liga, demostrando que o bien se refuerzan en varias posiciones o no serán capaces de competir y menos ganar en una Liga Femenina 2 que en este momento les viene excesivamente grande.
