El Ourense, que recompuso el equipo con dos jugadores menos ante el Alcalá para mantener el dibujo táctico, encontró la recompensa de la victoria

El descaro fue virtud y premio

Yosu, capitán del Ourense, se abraza a Jona, bigoleador del Ourense en la victoria ante el Alcalá. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Si hay una conclusión que se puede extraer del partido del domingo de Club Deportivo Ourense es que más allá de si practica un juego más o menos vistoso, o más allá de si domina más o menos a su rival, la competitividad del grupo de jugadores que entrena Luis Míguez 'Luisito' está fuera de toda duda. El 2-1 ante el Alcalá, remontada incluida cuando el equipo local estaba con dos futbolistas menos por las expulsiones de Capi y Yebra, no sólo significó el regreso a la senda del triunfo cuatro semanas después, si no además la certificación de la comunión total entre equipo y afición.
Al descanso, la sensación era, sin estar el equipo haciendo un buen partido, la de estar perdiendo una buena oportunidad de ganar a un rival inferior, pero con las dos expulsiones y 1-1 en el marcador, mirar al cielo y suspirar parecía la única medicina ante una enfermedad mortal. Pero entonces el Ourense se sacó de la chistera una de sus armas secretas, una de esas que sólo aparece cuando orgullo está herido, pero también cuando el grupo es una auténtica piña, el descaro. ¿Una temeridad? Quizá lo más lógico era, con nueve jugadores y 20 minutos por disputar, poner el autobús delante de la portería para tratar de conservar un punto, pero Luisito intentó mantener el dibujo lo más posible a cuando estaba con once, pero con menos efectivos (4-2-1-1). Es cierto que el Alcalá tuvo ocasiones, la más clara una de Montero que incomprensiblemente echó fuera en el área pequeña, pero el Ourense siguió llegando al área rival y así Noguerol se trabajó un penalti que premió el titánico esfuerzo del equipo. El descaro fue en esta ocasión virtud y premio.


UN NUEVO PASO

De no haber ganado anteayer, el Ourense estaría en descenso directo -si perdiera-, o en promoción de descenso -en caso de empatar-. La clasificación sigue en un pañuelo, pero la victoria permite a los ourensanistas tomar una ventaja de nueve puntos sobre dos equipos, uno su víctima dominical, el Alcalá, y otro el que debe visitar O Couto dentro de dos jornadas, el Marino canario.

Luisito reconoció que 'esta victoria vennos como deus, é importantísima. ¿Igualdade? Gañamos e seguimos case sen vantaxe ningunha co descenso pero dende o principio de temporada tiña claro que todo iba a estar moi reñido, estaba claro que esto iba a ser unha carreira de fondo e polo momento non nos están indo mal as cousas. O inicio de tempada está sendo máis que aceptable'.


LOS EXPULSADOS, Y TRES MÁS

Las mayores preocupaciones en el conjunto ourensano después del partido del domingo ante el Alcalá son suplir las bajas de los jugadores expulsados, los dos 'Borjas', Capi y Yebra, además del estado físico de dos jugadores que terminaron tocados la cita dominical -Padrón y Noguerol-, así como de Claudio, que ya no pudo jugar ese partido.

Mañana habrá que ver la evolución de todos ellos, pero la recuperación de Claudio, de producirse, en ningún caso sería al cien por cien. Los casos de Noguerol y Padrón parecen diferentes. Ninguno de los dos deberían tener problemas para ir a Salamanca.

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