La lluvia no fue impedimento para que miles de ourensanos se echasen a la calle para ser partícipes de una competición que cumplió cuatro décadas
Ayer, aún con la marca de la almohada en la cara y rumbo al Pabellón de Os Remedios, me quedé con dos detalles. El primero, lo democrático que se ha vuelto todo el asunto de vestimenta para participar en carreras populares y la infinidad de accesorios disponibles para cualquier rincón del cuerpo. El segundo, lo curioso que me sigue pareciendo ver a gente desayunar en camiseta de sisas y shorts de colores un domingo del mes de noviembre. Me transmite en cierta medida a un aire ochentero en Torremolinos, mas si cabe al ver los croissants y napolitanas que se mete entre pecho y espalda algún 'runner' antes de la carrera. Energía rápida para toda la mañana.
En medio de esa disertación que no me llevó a otro lugar que a verme con el paraguas aguantando estoicamente el chaparrón en la línea de meta, llegué a la conclusión de que la afición por el deporte mueve montañas y casi abre las aguas, a la vista de los litros de agua que se escurrieron por la calle rumbo al Miño.
Con la lluvia caída durante gran parte de la mañana, hay que ser muy amante del deporte para estar en la línea de salida de la prueba, ya sea con una bolsa de la basura como chuvasquero o con casco romano y una cuádriga, como hicieron unos animosos competidores que terminaron la prueba en apenas una hora.
La San Martiño, a pesar de los contratiempos en forma de resbalones, caídas y pérdidas habituales de jóvenes atletas en el bullicio de gente, demostró ser una de las citas favoritas de los ourensanos.
No solo por el corredor habitual, sino por todos los habitantes de la ciudad que buscan un lugar desde la que seguirla, a veces con un exceso de celo que les hace defender su puesto tras la valla al más puro estilo de la guardia pretoriana, pero siempre con ganas de pasar un buen momento.
En plena forma
Ya con los mejores momentos en la retina y un 40 aniversario en plena forma, toca pensar en como superar un récord que este año se ha resistido pero que a buen seguro no tardará en caer, tiempo al tiempo.
Jesús Vázquez: “El ambiente en la ciudad ha sido de fiesta”
El alcalde dijo que "la lluvia no es una buena aliada pero los atletas que participan en esta carrera pueden con todo. El ambiente es de fiesta en la ciudad y es que cuarenta años no se cumplen todos los días, la gente ha disfrutado".
Mario Guede: “Nos queda la satisfacción del deber cumplido”
El concejal de Deportes señaló que "cada día la gente aprecia más esta prueba y es una satisfacción que la gente haya pasado un gran día y disfrutara de la carrera. Nos queda la satisfacción del deber cumplido tras mucho trabajo del equipo liderado por el gerente del Consello Mario González y la directora de la carrera Marta Míguez".
Cándido Gómez: “A San Martiño é algo que hai que mimar”
El administrador del Pabellón de Os Remedios reconoció que "a San Martiño e o Descenso do Miño é algo que temos que mimar e coidar, algo que debemos sentir como noso e ano tras ano traballar para intentar que cada vez se acerque máis xente porque ademáis é vender cidade e vender ourensanismo. Esta proba é todo un referente"·
