Mañana visita el estadio de O Couto, desde las cinco de la tarde, el Portonovo. Los pontevedreses son penúltimos con 17 puntos, a dos de la zona de permanencia, después de un pobre bagaje de cuatro victorias, cinco empates y 11 derrotas, con 15 goles a favor, el peor balance de todo el grupo, y 30 en contra.
El conjunto pontevedrés acumula tres derrotas consecutivas (4-0 ante el Cerceda, 3-1 con el Vilalonga y 0-1 ante el As Pontes). En su estadio sólo ha sumado cinco puntos, los otros 12 los ha logrado lejos del campo de Baltar, y su situación es cada jornada más delicada, sobre todo teniendo en cuenta las bajas con las que cuenta. Una ya es definitiva, la del meta Javi Díaz, que fichó por el Caudal de la Sedunga B. Además, no estarán mañana los lesionados Adrián Santos, Óscar Guimeráns, Villa y Javichu. Con todo ello, el club trabaja en el fichaje de un delantero.
Jacobo Molina debutó en el banquillo del equipo pontevedrés en la jornada ocho, en sustitución de Ricardo Fernández, que había abierto la temporada con cuatro puntos en siete jornadas. El equipo mejoró un tanto sus prestaciones, con solo dos derrotas en nueve jornadas, pero a base de empates es difícil salir del pozo. 'Contamos con un equipo muy joven, con gente de la casa, muchos de ellos debutantes en la categoría, y en esta situación el grupo está muy presionado, sobre todo en casa,por ello estamos obteniendo mejores resultados a domicilio, donde nos sentimos más cómodos. Nos arrropamos bien y defendemos relativamente bien, pero nos falta un hombre gol. A pesar de todo, tenemos la ilusión y la esperanza de alcanzar la permanencia. Nuestra meta es meter a tres o cuatro equipos por debajo. Contra los de arriba, si podemos robar algún punto, perfecto, pero sabemos que nuestra Liga es con los rivales directos'.
Del partido ante el Ourense, el entrenador subraya que 'nuestras opciones pasan por aguantar los primeros minutos sin encajar y hacer un partido muy táctico. El Ourense es un equipo con calidad con mucho gol y un ritmo muy alto, pero buscaremos la sorpresa'.
Jacobo Molina debutó en el banquillo del equipo pontevedrés en la jornada ocho, en sustitución de Ricardo Fernández, que había abierto la temporada con cuatro puntos en siete jornadas. El equipo mejoró un tanto sus prestaciones, con solo dos derrotas en nueve jornadas, pero a base de empates es difícil salir del pozo. 'Contamos con un equipo muy joven, con gente de la casa, muchos de ellos debutantes en la categoría, y en esta situación el grupo está muy presionado, sobre todo en casa,por ello estamos obteniendo mejores resultados a domicilio, donde nos sentimos más cómodos. Nos arrropamos bien y defendemos relativamente bien, pero nos falta un hombre gol. A pesar de todo, tenemos la ilusión y la esperanza de alcanzar la permanencia. Nuestra meta es meter a tres o cuatro equipos por debajo. Contra los de arriba, si podemos robar algún punto, perfecto, pero sabemos que nuestra Liga es con los rivales directos'.
Del partido ante el Ourense, el entrenador subraya que 'nuestras opciones pasan por aguantar los primeros minutos sin encajar y hacer un partido muy táctico. El Ourense es un equipo con calidad con mucho gol y un ritmo muy alto, pero buscaremos la sorpresa'.
