PREFERENTE AUTONÓMICA

El filial apela a la calma

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photo_camera El entrenador del Ourense B, Manel Vázquez. (MARTIÑO PINAL)

"Estamos pasando por una mala racha de resultados pero tampoco hay que perder el norte", remarca Manel Vázquez.

Fue la revelación en la primera vuelta del campeonato pero en las últimas jornadas ha ido perdiendo fuerza. Es el Ourense B, un equipo al que las circunstancias que le rodean le están empezando a pasar factura. Los pesos pesados que eran habituales en las alineaciones de Manel Vázquez pero ahora forman parte del primer equipo, los Aarón, el guardameta, o Rubén Arce, la grave lesión del centrocampista Toni, pendiente de pasar por el quirófano, las ausencias de jugadores para poder entrenar o algunos que se borraron pueden ser las causas que han motivado una bajada de tensión.

"Estamos pasando por una mala racha de resultados, pero tampoco hay que perder el norte. La primera vuelta fue espectacular, ahora que están viniendo mal dadas tenemos que estar preparados, pero no debemos olvidarnos que somos un equipo recién ascendido y plagado de juventud, con lo que eso significa en una categoría con equipos muy experimentados", analiza el entrenador del filial.

Incluso va más lejos al asegurar que "nuestro objetivo es sellar la permanencia y formar jugadores para el primer equipo. Este año ya debutaron cuatro o cinco y todavía pueden hacerlo más, es para estar orgullosos. Tenemos también la Copa Diputación, competición en la que estamos muy vivos, con lo que poco más se nos puede pedir".

Entonces, ¿qué nota le ponemos al equipo? "Aunque las notas se ponen a final de curso, en este caso creo que al estar cumpliendo los objetivos que hablábamos tiene que ser un notable alto".


No son de piedra

El filial no escapa de los problemas que asolan al primer equipo y a la entidad ourensanista, algo que según su técnico tampoco ayuda. "La situación actual no nos beneficia nada, sobre todo anímicamente. Los jugadores no son de piedra y ven lo que está pasando. Todos sabemos y tenemos claro que el primer equipo es lo más importante, pero nadie debe de olvidar que todos estamos pasando malos momentos, nosotros estamos peor que ellos, y cuando no se está cumpliendo es difícil exigirle. A veces da la impresión que sólo existe el primer equipo, y hay que tener en cuenta que la situación nos afecta a todos", remarca.

Profundizando en el bajón del equipo, Váquez subraya que "los entrenamientos han bajado mucho en cantidad y calidad. Entre lesionados, los que se van con el primer equipo a entrenar y los que se fueron nos está resultando complicado preparar muchos entrenos".

Entre los que se borraron aparece el nombre de Karin Herrero: "Es un caso excepcional. Pensamos que nos iba a echar una mano hasta final de temporada, de hecho así nos lo dijo, pero nos dimos cuenta que no quiere vestir la camiseta del Ourense. A mí un jugador que prefiere estar en su casa antes que con nosotros no me interesa en absoluto. Él sabrá lo que hace", revela.


El problema de los campos

Otro de los problemas que tienen no el filial, si no la entidad ourensanista en su conjunto, es el tema de los campos. "Otra guerra perdida. Que el primer equipo de la ciudad no disponga ya no digo de una Ciudad deportiva pero al menos de dos o tres campos para que puedan entrenar todos los equipos del club no tiene perdón. Y después queremos que salgan jugadores, cuando estamos siempre dependiendo de otros clubes o de colegios para que te dejen sus instalaciones. Creo que ahí las instituciones deberían hacer bastante más", remarca Vázquez.

Entonces quedamos que el equipo se salva sin problema, ¿no? "Que se salva es seguro, sin problema ya es otro cantar. Por el momento nadie nos ha ganado con facilidad. Y así va a seguir siendo", finaliza el entrenador del filial.
 

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