El piloto alicantino Miguel Fuster, copilotado por Nacho Aviñó, se adjudicó la victoria en la edición número 45 del rally de Ourense.
Gran dominador de la prueba de principio a fin, Fuster demostró porqué es uno de los pilotos más en forma del campeonato de España.
A pesar de las malas condiciones en los tramos totalmente desfavorables para los vehículos de la clase Gt, el piloto de Porsche fue capaz de marcar un ritmo que ninguno de sus perseguidores pudo mantener.
Tan sólo Sergio Vallejo a bordo de una unidad similar parecía hacerle frente a Fuster, pero un inoportuno pinchazo en la primera pasada por el mítico tramo de Cañon do Sil le dejó la victoria en bandeja al actual campeón de España.
La segunda posición de la prueba fue para el retornado al campeonato Xevi Pons. Haciendo debutar en asfalto el Ford Fiesta Proto del preparador Calm, el de Manlleu aceleró los procesos de adaptacion a su peculiar vehículo mejorando en cada pasada sus tiempos hasta la parte final de la prueba, en la que rodó con total comodidad, manteniendo a sus rivales a raya.
La batalla más bonita de la prueba se vivió en lucha por el escalón más bajo del podio. Víctor Senra y Alberto Hevia se disputaron hasta el último metro de tramo la posición, decantándose finalmente para Senra por tan sólo dos décimas de segundo después de más de 200 kilómetros de prueba cronometrada.
Los Vallejo, quintos
Los hermanos Vallejo obtuvieron finalmente la quinta posición después de haber recuperado tras el tiempo perdido en el Cañón.
El damnificado de la remontada de los hermanos Vallejo fue Joan Vinyes, que se tuvo que conformar con la sexta posición en una prueba a la que llegó como líder del campeonato y de la que se marcha en una excelente segunda posición llegados al ecuador del Nacional de rallys, demostrando que a pesar de competir con un vehículo de inferiores prestaciones al de sus rivales es un contendiente a tener en cuenta si el resto no suman los puntos que se espera.
Quique Ojeda y Pablo Marcos ocuparon la séptima posición y segunda en el apartado de dos ruedas motrices sobre el novedoso Citroën Ds3 R3T, un coche que arrastra todavía algunos problemas de juventud, sobre todo a nivel de frenos.
Cerraron los diez primeros clasificados los hermanos Pais, que se vieron muy retrasados en la parte final de la prueba por graves problemas con los frenos de su Mitsubishi, el cántabro Surhayen Pernía con el competitivo Ford Fiesta R2 y el siempre rápido en el Nacional de asfalto Alberto Monarri con uno de los pequeños Renault Twingo de la Challenge española.
A pesar de las malas condiciones en los tramos totalmente desfavorables para los vehículos de la clase Gt, el piloto de Porsche fue capaz de marcar un ritmo que ninguno de sus perseguidores pudo mantener.
Tan sólo Sergio Vallejo a bordo de una unidad similar parecía hacerle frente a Fuster, pero un inoportuno pinchazo en la primera pasada por el mítico tramo de Cañon do Sil le dejó la victoria en bandeja al actual campeón de España.
La segunda posición de la prueba fue para el retornado al campeonato Xevi Pons. Haciendo debutar en asfalto el Ford Fiesta Proto del preparador Calm, el de Manlleu aceleró los procesos de adaptacion a su peculiar vehículo mejorando en cada pasada sus tiempos hasta la parte final de la prueba, en la que rodó con total comodidad, manteniendo a sus rivales a raya.
La batalla más bonita de la prueba se vivió en lucha por el escalón más bajo del podio. Víctor Senra y Alberto Hevia se disputaron hasta el último metro de tramo la posición, decantándose finalmente para Senra por tan sólo dos décimas de segundo después de más de 200 kilómetros de prueba cronometrada.
Los Vallejo, quintos
Los hermanos Vallejo obtuvieron finalmente la quinta posición después de haber recuperado tras el tiempo perdido en el Cañón.
El damnificado de la remontada de los hermanos Vallejo fue Joan Vinyes, que se tuvo que conformar con la sexta posición en una prueba a la que llegó como líder del campeonato y de la que se marcha en una excelente segunda posición llegados al ecuador del Nacional de rallys, demostrando que a pesar de competir con un vehículo de inferiores prestaciones al de sus rivales es un contendiente a tener en cuenta si el resto no suman los puntos que se espera.
Quique Ojeda y Pablo Marcos ocuparon la séptima posición y segunda en el apartado de dos ruedas motrices sobre el novedoso Citroën Ds3 R3T, un coche que arrastra todavía algunos problemas de juventud, sobre todo a nivel de frenos.
Cerraron los diez primeros clasificados los hermanos Pais, que se vieron muy retrasados en la parte final de la prueba por graves problemas con los frenos de su Mitsubishi, el cántabro Surhayen Pernía con el competitivo Ford Fiesta R2 y el siempre rápido en el Nacional de asfalto Alberto Monarri con uno de los pequeños Renault Twingo de la Challenge española.
