Un 'gruyere' de deudas

Se acabó el tiempo de la pasión, las buenas palabras o los planes a largo plazo. Los años de huidas hacia adelante, renegociaciones y planes de viabilidad sin viabilidad se han acabado. Al Ourense le ha llegó la hora de responder y decidir si puede o debe seguir adelante o hacer borrón y cuenta nueva.

Las deudas lo obligan a afrontar pagos a corto plazo que ponen en riesgo su futuro. Pagos obligatorios primero para mantener la categoría y luego para garantizar su existencia.

Primero con la plantilla. Antes del 30 de junio tiene que estar libre de denuncias con los jugadores. Hoy el Ourense debe cinco nóminas a la plantilla y quedarán todavía por pagar las de mayo y junio pero una de ellas se hará efectiva en los próximos días con la llegada de los 90.000 como premio por proclamarse campeón de Copa Federación y con lo que también se saldará la prima por conseguirla.

Además el club adeuda varias nóminas a sus empleados y 12.000 euros de gastos corrientes. En total, a 30 de junio, el debe podría ser de 45.000 más a los que hay que unir 5.0000 con jugadores de la pasada temporada que no denunciaron al club al finalizar la temporada ni antes del mercado invernal. "Si hace falta lo pagaré de mi bolsillo. Fue un gesto de esos jugadores que no se me olvida", asegura el vicepresidente, José Ramón Fernández Morgade.

Al margen de los gastos nominales el Ourense debe resolver en las próximas semanas sus deudas con Hacienda, Seguridad Social y Xunta de Galicia.

Con la Xunta de Galicia la deuda es de 60.000 euros por una subvención concedida y no justificada. Con la Seguridad Social son 80.000 euros y el acuerdo es que serán abonados cuando se ingrese la subvención de la Diputación.

Ahí se intensifican los problemas. La negativa de Hacienda a expedir las certificaciones de estar al corriente de pago bloquean la llegada de las subvenciones con lo que la Seguridad Social tampoco vería cumplido el plan de pagos ya negociado.

Además, en la reunión de ayer en A Coruña, uno de los ofrecimientos de la actual directiva a Hacienda fue entregar el 100 por cien de las subvenciones como primer pago algo a lo que se negó la Agencia Tributaria pero que de haberlo hecho también hubiese descuadrado el acuerdo con la Seguridad Social.

Una manta minúscula que no tapa ni los pies ni la cabeza y que tendrá en Hacienda un obstáculo clave. Los planes de viabilidad con los que Hacienda ya hizo un guiño en temporadas anteriores no se han visto respetados nunca por el club y ahora no hay negociación posible sin una importante cantidad de dinero por delante como primer pago a los 721.000 euros que se adeudan. En A Coruña se niegan a negociar con una directiva en funciones e instan a acudir a los máximos accionistas o al grupo que esté dispuesto a tomar el relevo pero nunca sin una cifra que ya se cuantificó en 400.000 euros en la anterior reunión y que nunca sería muy inferior.



El relevo

Quién quiera asumir el reto de dirigir un nuevo proyecto con el CD Ourense actual debe afrontar un desembolso antes del 30 de junio de más de 350.000 euros para evitar el descenso administrativo y de una cantidad similar para desbloquear la llegada de ayudas con Hacienda.

Unos 700.000 euros a los que quedan por sumarle denuncias ya tramitadas por acreedores particulares y con la espada de Damocles permanente de un concurso de acreedores que no se satisfizo y que supondría la liquidación inmediata del club en caso de llegar al juzgado la denuncia de alguno de los acreedores. Hacienda incluida.

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