El COB visita Andorra (21,00 horas) buscando la sorpresa. Los ourensanos intentarán ganar al principal favorito al ascenso directo a la ACB y de paso impulsarse, quién sabe si definitivamente, en la pelea por la permanencia.
Ganar esta noche ratificaría indiscutiblemente el cambio de rumbo de los ourensanos y también los movería de vagón en la liga. Sumar la tercera victoria consecutiva dejaría a los de Gonzalo García de Vitoria en el grupo de los aspirantes a una plaza en el play off de ascenso.
Sería la consecuencia inmediata de un partido que tendría que alterar todos los pronósticos y sorprender a los técnicos en los planteamientos para llegar a un desenlace como ése. El Andorra es inaccesible para el COB si juega a su nivel habitual. Casi si el primer mérito de los ourensanos consiste en minimizar los valores de su rival. Complicado si además le añade acierto ofensivo y mejoría en factores como las pérdidas de balón y la presencia en las dos zonas. Una retahíla de condicionales que confirman de antemano la extrema complejidad de un partido que los locales están obligados a ganar.
Ésa la mejor baza para el COB. Por primer vez en una semana la presión deja de ser asfixiante. Los resultados ayudan, el juego inspiró confianza en Coruña y el Andorra es el que tiene un margen de maniobra limitado. Así de dura es una competición en la que el premio gordo es enorme pero caprichosa siempre en su desarrollo y en la facilidad que rivales a priori inferiores tienen para mantener el ritmo de los mejores. Ahora le toca al Andorra padecer la exigencia que la pasada campaña tuvo sobre los hombros el Burgos. Asume de buen grado el peso del favoritismo indiscutible al título.
Los de Joan Peñarroya han ido subiendo peldaños sin descanso hasta soñar ya con la ACB. Lo asumen ahora en la pista y lo harán efectivo luego en los despachos si la pelota sigue haciendo bueno un proyecto que no debería pasar desapercibido para los rivales.
Sin careta juega el Andorra. Sustentado en una plantilla imponente. Trías, Navarro, Blanch o Green marcan diferencias. No tiene réplica en la liga. Schreiner, Zengotitabengoa o Hampl están entre los sobresalientes de la competición en sus puestos. Sanchez (Eric), Sánchez (Pablo) o Martí son el fondo de armario con rol importante en cualquier otro equipo.
Un arsenal interminable que además rinde colectivamente. Convencido de lo que tiene entre manos y sin alteraciones en el guión previsto. Un equipo al que llegará un jugador interior foráneo antes del cierre del plazo si el ascenso sigue igual de reñido.
El COB no tiene presión pero sí debe impulsarse en la ambición por hacer algo grande. Ganar al mejor supondría borrar de un plumazo dudas recientes. Animar de golpe a una afición esperanzada de ver en 2014 más ilusión que miedo. Mirar a los ojos al Andorra sería un primer paso inmejorable.
Sería la consecuencia inmediata de un partido que tendría que alterar todos los pronósticos y sorprender a los técnicos en los planteamientos para llegar a un desenlace como ése. El Andorra es inaccesible para el COB si juega a su nivel habitual. Casi si el primer mérito de los ourensanos consiste en minimizar los valores de su rival. Complicado si además le añade acierto ofensivo y mejoría en factores como las pérdidas de balón y la presencia en las dos zonas. Una retahíla de condicionales que confirman de antemano la extrema complejidad de un partido que los locales están obligados a ganar.
Ésa la mejor baza para el COB. Por primer vez en una semana la presión deja de ser asfixiante. Los resultados ayudan, el juego inspiró confianza en Coruña y el Andorra es el que tiene un margen de maniobra limitado. Así de dura es una competición en la que el premio gordo es enorme pero caprichosa siempre en su desarrollo y en la facilidad que rivales a priori inferiores tienen para mantener el ritmo de los mejores. Ahora le toca al Andorra padecer la exigencia que la pasada campaña tuvo sobre los hombros el Burgos. Asume de buen grado el peso del favoritismo indiscutible al título.
Los de Joan Peñarroya han ido subiendo peldaños sin descanso hasta soñar ya con la ACB. Lo asumen ahora en la pista y lo harán efectivo luego en los despachos si la pelota sigue haciendo bueno un proyecto que no debería pasar desapercibido para los rivales.
Sin careta juega el Andorra. Sustentado en una plantilla imponente. Trías, Navarro, Blanch o Green marcan diferencias. No tiene réplica en la liga. Schreiner, Zengotitabengoa o Hampl están entre los sobresalientes de la competición en sus puestos. Sanchez (Eric), Sánchez (Pablo) o Martí son el fondo de armario con rol importante en cualquier otro equipo.
Un arsenal interminable que además rinde colectivamente. Convencido de lo que tiene entre manos y sin alteraciones en el guión previsto. Un equipo al que llegará un jugador interior foráneo antes del cierre del plazo si el ascenso sigue igual de reñido.
El COB no tiene presión pero sí debe impulsarse en la ambición por hacer algo grande. Ganar al mejor supondría borrar de un plumazo dudas recientes. Animar de golpe a una afición esperanzada de ver en 2014 más ilusión que miedo. Mirar a los ojos al Andorra sería un primer paso inmejorable.
