El Ourense tira de raza y se sobrepone a un gol en contra y al campo mojado

Viana lucha por un balón con un rival del Areosa en Oira.
El Ourense se sobrepuso a las condiciones de un campo de Oira muy mojado que no permitía desplegar su juego habitual, tiro de mono de trabajo y se impuso gracias más al coraje que a jugadas mínimamente hilvanadas a un Areosa que pegó primero.

OURENSE: Jorge, Quintela, Tazos, Vázquez, Ismael, Toño, Jordan, Meleiro (Viana, minuto 46), Nogi (Prado, minuto 59), Henri (Prada, minuto 46) y Jaime (Joel, minuto 67).
AREOSA: Iñaki, Dani, Alberto, Diego, Iago, Antón, Roberto (Pablo, minuto 79), Azores (Alex, minuto 71), Leftan y Félix.

GOLES: 0-1, minuto 9, Azores; 1-1, minuto 31, Toño de penalti; 2-1, minuto 89, Prado de cabeza.

ÁRBITRO: Efrén Álvarez Prada, de Ourense. Mostró doble tarjeta amarilla a Diego y amarilla a Antón por el Areosa.

INCIDENCIAS: encuentro correspondiente a la decimoctava jornada de la Liga Nacional Juvenil disputado en el campo de Oira ante alrededor de 50 personas.

Los chicos de Dacosta se encontraron con un campo de Oira convertido en una auténtica piscina, en la que lo de menos era buscar el juego de combinación y había que cambiar radicalmente el guión para buscar imponerse por la vía del mono de trabajo, del esfuerzo puro y duro, algo que costó al principio, aunque los cachorros rojillos rectificaron a tiempo y supieron hacerse con el partido.

Sin embargo, sería el Areosa el que golpearía primero. El 0-1 llegó en un balón suelto al borde del área que aprovechaba de forma inapelable Azores. Era el minuto nueve de juego y tal y como estaba el campo parecía que el conjunto visitante encarrilaba la situación de forma inapelable. Pero los de Dacosta tiraron de raza y en el minuto 31 un empujón dentro del área a Henri era entendido por el colegiado como pena máxima. Toño es un seguro de vida en estas situaciones y no falló, lo más difícil, el empate, estaba hecho.

En la segunda parte, ya casi sobre la bocina, el joven Prado, que había sido convocado del equipo de Gallega junto con Joel, conectaba un gran cabezazo que firmaba los tres puntos para el conjunto local.

’El campo era una piscina y sólo nos quedaba tirar de raza -señala Dacosta-. Estoy muy contento con el trabajo de los chavales porque lo han dado todo y ahora estamos en una situación que hubiera firmado cualquiera al principio’.

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