Paso atrás en Os Carrís

El local Bass golpea desde la frontal del área, ayer en el campo de Os Carrís de Barbadás. (MARTIÑO PINAL)
photo_camera El local Bass golpea desde la frontal del área, ayer en el campo de Os Carrís de Barbadás. (MARTIÑO PINAL)
Un gol espectacular de Diego en la primera parte no es capaz de contrarrestar un Barbadás demasiado espeso

De muy mala manera acabó el partido de Os Carrís, con rojas sobre el campo, a Nespereira, y para el banquillo y con una derrota ante un Umia que rentabilizó a las mil maravillas el golazo de Diego en la primera mitad. ‘Umiazo’ en Barbadás, una derrota que desde luego que no entraba en el guión. Cuando los ourensanos parecieron acercarse al gol, en la segunda parte, se dieron de bruces contra una defensa bien formada y contra su propia incapacidad para hacer daño.

Hasta que Messi recaló en París, el número 30 estaba destinado a los meritorios, a los llegados al primer equipo desde el segundo. Ese dorsal 30 lució Diego en Barbadás, un dolor de muelas para los locales en la primera parte. En la segunda se apagó, demasiado, pero el daño ya estaba hecho. 

Con dos faltas laterales que rozaron los palos dieron los primeros avisos los pontevedreses, cuyos defensores taponaron la respuesta de Bass con lanzamientos desde la frontal. Se acercaba la media hora cuando Diego, quién si no, tomó la decisión equivocada para una pelota que pedía a gritos un golpeo. Un minuto después mareó a los zagueros y la asistencia sobre Franco quedó en nada porque uno de los centrales salió a tiempo. En el 36 sí cantaron bingo, los dos, una pared, devuelta con el tacón, encontró un derechazo implacable que entró por la escuadra. Pero escuadra, nada de por encima de la media altura. Espectacular.

Movió el árbol el Barbadás en el descanso, dos cambios de golpe para afrontar una segunda parte que tenía mala pinta. Solo Bass había buscado el gol de verdad, hasta con un cabezazo que detuvo bien plantado el guardameta. Con todo, Gabri tuvo que cruzarse en una contra para evitar lo que olía a 0-2.

La mejor triangulación del Barbadás en toda la tarde la protagonizaron Rivero, Luis González y Durán. Y el árbitro, involuntario defensor, dentro del área, para rechazar el pase del exde la UD Ourense en lo que era una ocasión de gol inmejorable. Vuelta a empezar, solo que ahora con la pelota fuera y los defensores convenientemente colocados. Urge una vuelta al reglamento.

Con el paso de los minutos se intensificó el dominio ourensano, Rivero probó y la pelota se perdió junto al poste. Con la entrada de Baldeh en el 78 pasaron a jugar con dos arriba. No se tradujo en mayor peligro, sí en mayor riesgo, Borja le ganó el mano a mano a Sallar con algo más de diez minutos por delante todavía.

Ya en los minutos de prolongación, una falta que pegó Luis González la mandó fuera el portero, que se quitó la pelota de encima junto al travesaño. El árbitro dijo que no, que no era saque de esquina. Se le arremolinaron los futbolistas, de una tacada se quitó a tres de encima con sendas amarillas. Ni diez segundos después repitió para Nespereira, baja para el próximo partido. Terminó la faena en el banquillo, allí voló una roja. Los daños colaterales de una derrota que nadie esperaba.

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