Salvo para Barco y Ourense B, virtualmente salvado y descendido, respectivamente, los otros ourensanos llegan al último cuarto de Liga con deberes

Recta final y la casa sin barrer

Un jugador del Celanova encara la meta del Cruceiro después de superar a dos rivales. (Foto: JAINER BARROS)
El grupo sur de Preferente entra en el último cuarto de temporada y la mayoría de los equipos ourensanos tienen todavía los deberes sin hacer. Con nueve jornadas y 27 puntos en juego, lo único que parece claro para los conjuntos provinciales es la permanencia virtual del recién ascendido Barco, y obviamente la ya matemática del líder Barbadás, así como el descenso virtual del Ourense B.
Sin embargo, para los equipos de la provincia la mayor parte de los deberes están sin hacer: el enrachado Barbadás lucha por mantener una privilegiada posición que le regale el ascenso a Tercera, mientras que Celanova y Verín tratan de evitar el descenso. Pero incluso Barco y Ourense B tienen tareas pendientes, que si bien no modificarán notoriamente su calificación final sí que resultarían significativas. En el caso del conjunto valdeorrés, asentar una sexta plaza que devuelve al Barco a la élite autonómica; y en el caso del filial del Ourense, darse el gusto de reencontrarse con la victoria en una temporada en la que la clasificación está siendo demasiado cruel con los méritos deportivos de la bisoña plantilla dirigida por Antonio Dacosta.

El suma y sigue del Barbadás parece no tener fin -21 jornadas sin perder, con un bagaje de 17 victorias y cuatro empates-, pero a pesar de ello, el equipo de Jorge Regal, aunque líder sólido, todavía tiene mucho trabajo por delante para certificar lo que muchos dan por hecho desde hace algunas semanas, el salto de categoría: 'Aquí, ata que as cousas non estén feitas, ñe mellor non dicir nada', asegura el técnico. El domingo, una nueva final, en esta ocasión ante el Pontellas, tercer clasificado a siete puntos.

En Celanova respiran un poco aliviados después de la merecida y cómoda victoria al Cruceiro (3-0). La ventaja de los de Ángel Mociño sobre el descenso directo es de siete puntos, aunque respecto a los posibles arrastres sólo es de cuatro o cinco, y además ahora empieza la cuesta de abril, mes en el que tendrá que jugar ni más ni menos que ante Arosa y Céltiga a domicilio, y ante Barbadás y Pontellas como local. 'Se somos capaces de saír por diante neste grupo no que estamos tras estes partidos teremos un paso moi importante de cara á salvación. Levamos catro ou cinco puntos de vantaxe, por eso foi tan importante gañar o domingo. ¿A bagaxe? Facer tres ou catro puntos non estaría mal, e se logramos máis, mellor, xa que despois xogamos catro partidos como locais nas seis últimas xornadas', señala el técnico Ángel Mociño.

Quien necesita salir del bache es el Verín, que acumula nueve jornadas sin ganar y está en apuros.

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