El vicepresidente y entrenador José Prado refleja una parte de los 50 años del Covadonga

“Mi suegro lo fue todo en este club”

José Prado
Corría el año 1962 y el actual vicepresidente y entrenador, José Prado, transitaba por su primer año de vida sin imaginarse que cinco décadas después iba a formar parte de la historia del Covadonga. 'Aún siendo niños bajábamos al campo y eso era una fiesta, con una afición increíble y con ciertas rivalidades con otros equipos. Para nosotros, vivir eso era una ilusión y la mayoría de mis compañeros sólo querían ser mayores para jugar en el Covadonga', relata.
Los recuerdos afloran como 'la rivalidad que existía con el Pabellón cuando tenía equipo aficionado, eran partidos en los que siempre se generaban trifulcas. También se vivieron con intensidad los partidos con el Ponte y el Ventiuno', recuerda.
Pero si algo caracterizó a este club de la popular barriada de la capital ourensana fue la presencia del apellido Dacosta, y en modo particular la de Manuel. 'Mi suegro, antes de ser presidente, fue jugador del club y de hecho en los carteles en los que anunciamos los partidos esta temporada se ven fotos de los años 60 y en algunas de ellas aparece él, que llegó a presidir el Covadonga durante casi 40 años. Es que el apellido Dacosta se lleva desde siempre'.
José Prado, analizando la figura de Manuel Dacosta, no duda en remarcar que 'marcaba las pautas en el sentido que la directiva era él. Tomaba decisiones, era el padre, el presidente, lo era todo. Para él donde cabían diez entraban 11 y por encima de todo estaba el barrio, por eso trataba de traer jugadores pero sin pagarle a nadie'.
En un determinado tiempo, José Prado fue el artífice de uno de los ascensos del Covadonga a la Primera autonómica en la misma temporada en la que también ejercía como técnico en los juveniles del Ponte, club en el que defendió sus colores en el histórico ascenso a la Preferente para más tarde ser ayudante de Cándido Gómez cuando los pontinos militaron en Tercera división. 'Fui por un expreso pedido suyo, pero me sirvió para aprender muchas cosas', detalla.
Otro de los hechos destacados en la vida del Covadonga fue asumir su primera participación en la Preferente. 'Fue una aventura bonita que conllevaba un reto con un equipo conformado en su casi totalidad por jugadores del barrio que no cobraban y entrenaban como podían,p ero sabiendo que era una experiencia inolvidable y buena para todos', recalca Prado.
El club juega ahora en una superficie nueva en Eiroás. 'Ha sido para mejor, aunque nos hubiera gustado que el terreno de juego fuese algo más amplio y hubiese una pequeña grada que esperamos con el tiempo poder llegar a tener para que nuestros aficionados y los que nos visiten estén cubiertos del frio, la lluvia y el sol'.
Antes que concluya la temporada de los festejos por las bodas de oro del Covadonga, la directiva tiene la idea de 'organizar un memorial Manuel Dacosta de fútbol ocho e intentar que lleve también su nombre el Centro deportivo de Eiroás. Y la otra es la de traer al Club Deportivo Covadonga, que milita en la Tercera división asturiana, para llevar a cabo un partido amistoso'.
La primera etapa de José Prado en el club se movió entre la de jugador en activo y directivo. 'Fue impresionante el llegar a jugar con Paco Dacosta, que por entonces fue de los mejores que hubo en Ourense, y en las etapas como entrenador es otra cosa ya que es algo especial dirigir al Covadonga, no puedes marcar unas reglas muy estrictas pero tampoco tener la manga ancha porque te puedes quedar solo. Tienes que tener una vara de medir muy especial ya que ellos vienen a jugar y entrenar para divertirse. Por eso no puedo ver a un jugador que lo esta pasando mal en el campo, prefiero que se vaya a la ducha', finaliza.

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