CD OURENSE

Todos contentos en El Sardinero

El Racing Club certificó matemáticamente el título de liga pese a su pobre juego, y el Ourense salió con la cabeza alta de un campo con pedigrí

Racing de Santander y Ourense trasladaron al terreno de juego los problemas y las penas que condicionan su día a día. Firmaron tablas en un partido pobre de los locales y honrado de los visitantes. Poco o casi nada que destacar en 90 minutos donde el orgullo lo puso el equipo entrenado por Luisito y las ocasiones, el líder y ya campeón del grupo.

Al final un 1 a 1 que sirvió a los dos para firmar el expediente sin sobresaltos y sin opción a crítica. El Racing consiguió el punto que le hacía falta para cantar el alirón y salir ovacionado por un público que, como el equipo y la nueva directiva, sueña con la Segunda División como única tabla de salvación para el club. Cómo conseguirlo y con qué fútbol es secundario. En el Ourense más de lo mismo pero a su manera. No hay nada por lo que pelear en la clasificación. El juego no gustó pero el resultado ya es de por sí motivo de elogio para un equipo que viajó en el día y que no recibe noticias, ni buenas ni malas, sobre su situación extradeportiva.

El partido

En los 90 minutos, muy poco que aplaudir. El Racing empezó mejor y llevó el peso del partido ante un Ourense conforme con no encajar goles y sin llegadas ni juego para llegar arriba. Kone tuvo el gol pero su remate acabó en el palo.

No le hizo falta al Ourense empujar para adelantarse en el marcador. Le sirvió con un balón largo y una indecisión grave de la defensa local para que Javi Hernández hiciese bueno el regalo (0-1).

Curiosamente cuando llegaron los mejores minutos del Ourense fue cuando marcó el Racing. Kone demostró estar varios pasos por delante de la categoría y tiró de potencia física y de definición para superar a Pato y enviar el partido al descanso en empate (1-1).

La segunda mitad no fue mejor. Un partido de única dirección en la que Pato fue el mejor jugador del Ourense y en la que los locales tampoco demostraron tener juego para imponerse sin opción a réplica. El Racing fue indiscutiblemente mejor a los puntos pero nunca mereció el k.o.

Francis perdono en un cara a cara con Pato y Javi Soria desaprovechó la mejor ocasión. El centrocampista no consiguió superar a Pato en un penalti con más dudas que certezas sobre su autoría.

Ahí se acabó lo que se daba. El Racing ya no tuvo impulso para encontrar el gol y el Ourense se conformó con un resultado del que presumir. Todos contentos.

Ahora sólo queda poner el epílogo a la temporada. Toca recibir al Logroñés y acabar la liga con una victoria antes de pelear en los despachos por ganar el partido más importante, en el que está en juego la supervivencia del club. Ahí las ganas o la ilusión ya no importan. Decidirá la cuenta corriente.

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