N o era fácil movilizar a la afición ourensana un domingo como éste. Con la dura competencia del desfile de comparsas del Entroido en la capital ourensana y de la retransmisión televisiva de la final de la Copa del Rey de baloncesto. Todo un dilema para cualquier amante del carnaval y/o del mejor baloncesto.
La respuesta del público local fue otra vez magnífica. No menos de 2.000 espectadores se presentaron en el Pazo, entrando gratis todos aquellos disfrazados por gentileza del club. El técnico del Barça filial, Borja Comenge, colaboró en la fiesta, caracterizado quizá como explorador o como Mac Gyver, según las diferentes opiniones testadas en las gradas. No se presentó disfrazado su equipo, por mucho que el uniforme rosa anaranjado, muy útil en cualquier autopista, recordase al de la Pantera Rosa.
Durante el encuentro, buen COB contra un Barcelona nada comparsa. Todos los asistentes disfrutaron con el juego de ambos y alguno no perdió tiempo en acercarse a los vestuarios para fotografiarse o pedir una camiseta a los jóvenes barcelonista. Quién sabe si una foto al lado de talentos como Josep Pérez o Marcus Eriksson se revalorizará de aquí a unos años.
Otros no perdieron el tiempo en idolatrías y acudieron a por la hamburguesa de regalo que el club ofrecía a los asistentes. De volver a casa, mejor con el estómago lleno.
Durante el encuentro, buen COB contra un Barcelona nada comparsa. Todos los asistentes disfrutaron con el juego de ambos y alguno no perdió tiempo en acercarse a los vestuarios para fotografiarse o pedir una camiseta a los jóvenes barcelonista. Quién sabe si una foto al lado de talentos como Josep Pérez o Marcus Eriksson se revalorizará de aquí a unos años.
Otros no perdieron el tiempo en idolatrías y acudieron a por la hamburguesa de regalo que el club ofrecía a los asistentes. De volver a casa, mejor con el estómago lleno.
