El Barcelona consiguió el pase a las semifinales de la Copa del Rey Vitoria 2013 tras un partido memorable en el Buesa Arena, un choque ante el Real Madrid que merecía no acabar nunca por el espectáculo que supuso.
No defraudó, ni mucho menos, el gran clásico del baloncesto español. Fue disputado con el alma por los dos equipos y si al final hubo un vencedor y un derrota fue porque así lo exige el reglamento.
No obstante, que se decantase al final del lado blaugrana fue quizás lo más justo. Ante Tomic, colosal, y Peter Mickael, más regular a lo largo del choque, fueron los mejores.
Enfrente, dentro de un partido bastante atascado pero muy sufrido de los de Pablo Laso, emergió la figura de Sergio Rodríguez. No estuvieron mal Rudy Fernández (15), Nicola Mirotic (17) y Sergio Llull (23), pero tampoco lo suficientemente brillantes que necesitaba el choque.
Igual que Juan Carlos Navarro, que bastante hizo con jugar.
La segunda mitad arrancó como la primera, a tirones. Con el Barcelona arañando ventajas que no le duraban pero tampoco se acaban y un Real Madrid sin continuidad para darle la vuelta al partido. Así hasta el final. Empates que no hicieron sino adelantar la prórroga.
Carroll abrió la anotación en el tiempo extra pero seis puntos seguidos del Barça (79-85) pareció el principio del fin para los blancos. A los que rescató el Chaco Rodríguez con 5 puntos en medio minuto.
Y les puso por delante de nuevo en una locura de final. Numerosos tiros libres que no sirvieron para determinar un ganador y un lanzamiento a fallar un tiro libre con el Lorbek que puso el 93 iguales al final da primera prórroga.
Un continuo intercambio de canastas, alguna de ellas casi increíble, hizo memorable un partido que murió con los dos equipos con las botas puestas y un marcador para la historia: 111-108.
No obstante, que se decantase al final del lado blaugrana fue quizás lo más justo. Ante Tomic, colosal, y Peter Mickael, más regular a lo largo del choque, fueron los mejores.
Enfrente, dentro de un partido bastante atascado pero muy sufrido de los de Pablo Laso, emergió la figura de Sergio Rodríguez. No estuvieron mal Rudy Fernández (15), Nicola Mirotic (17) y Sergio Llull (23), pero tampoco lo suficientemente brillantes que necesitaba el choque.
Igual que Juan Carlos Navarro, que bastante hizo con jugar.
La segunda mitad arrancó como la primera, a tirones. Con el Barcelona arañando ventajas que no le duraban pero tampoco se acaban y un Real Madrid sin continuidad para darle la vuelta al partido. Así hasta el final. Empates que no hicieron sino adelantar la prórroga.
Carroll abrió la anotación en el tiempo extra pero seis puntos seguidos del Barça (79-85) pareció el principio del fin para los blancos. A los que rescató el Chaco Rodríguez con 5 puntos en medio minuto.
Y les puso por delante de nuevo en una locura de final. Numerosos tiros libres que no sirvieron para determinar un ganador y un lanzamiento a fallar un tiro libre con el Lorbek que puso el 93 iguales al final da primera prórroga.
Un continuo intercambio de canastas, alguna de ellas casi increíble, hizo memorable un partido que murió con los dos equipos con las botas puestas y un marcador para la historia: 111-108.
