La selección de fútbol revalida en la final ante Italia el oro logrado en Almería 2005

España amarga la fiesta ‘azzurra’

 El relevo 4x400 español, con el oro conseguido en los Juegos Mediterraneos de Pescara.
La selección española de fútbol revalidó en Pescara el oro conseguido hace cuatro años en Almería después de derrotar por 2-1 a Italia en un encuentro en el que fue superior pero en el que necesitó de la fortuna de un gol en propia puerta en el tiempo de descuento.
España se asentó mejor sobre el terreno de juego, bien posicionada en el campo ante una Italia dubitativa, que tuvo la fortuna de que los jugadores de Luis Milla no acertaran en las dos buenas ocasiones de las que dispusieron en el arranque.

Nsue perdonó ante el meta Fiorillo, que despejó con el pie, en una clarísima ocasión del delantero del Mallorca. Apenas unos minutos después fue Jordi Alba el que probó fortuna con un potente disparo desde la frontal que de nuevo obligó a lucirse al guardameta transalpino.

Después del buen arranque de España, el partido fue entrando en una dinámica de juego espeso, en el que los italianos se pertrechaban bien atrás, buscando la velocidad de Mustacchio y Mendicino para tratar de sorprender.

Parejo, con un libre directo, dispuso de la tercera buena oportunidad para España, aunque de nuevo Fiorillo se cruzó en el camino. El partido entró en una fase de juego cansino, con una Italia muy pobre, en tanto los españoles abusaban del juego horizontal y no encontraban la forma de romper el sistema de contención de los locales.

El paso por los vestuarios despertó a los españoles del sopor con el que habían acabado el primer tiempo. Parejo cobró más protagonismo en la medular, España movió mejor el balón y Alba se convirtió en un peligro.

El mejor juego de España encontró la recompensa del gol en un disparo de Nsue que después de rozar en un defensa italiano acabó dentro. Con el 0-1, Italia se volcó hacia el área de Mejías, y cuando parecía que el triunfo era español, Mustacchio empató y llevó la algarabía a las gradas del estadio Adriático.

El encuentro parecía encaminado hacia la prórroga, pero el fútbol fue justo y en el último suspiro, un centro al área italiana fue rechazado por el lateral Calderoni al fondo de su portería, dándole el oro a España.

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