El actor Bill Murray llama a la puerta de Italia. Como en la película 'Atrapado en el tiempo', los hombres de Cesare Prandelli se ven en la misma situación de la Eurocopa de 2004, cuando en la última jornada de la primera fase un empate a dos goles entre Suecia y Dinamarca eliminó a los transalpinos. Ocho años después, si España y Croacia firman ese resultado, harán las maletas de nuevo.
En aquella película de 1993, Bill Murray, un periodista gruñón, se ve condenado a vivir en un pequeño pueblo de Pennsylvania el mismo día, el de la marmota, una y otra vez. Puede pasarle lo mismo a Italia, que el 18 de junio de 2012 puede repetir los hechos de hace casi una década.
Ahora, en vez de Suecia y Dinamarca, los protagonistas son España y Croacia. Si al final de su partido el marcador luce un 2-2 en el estadio Arena de Gdansk, Italia se irá a la calle. Igual que en 2004.
Entonces, pese a que suecos y daneses, en la previa de aquel choque se encargaron de asegurar que iban a luchar por ganar el partido y que jamás iban a arreglar el resultado, al final ambos sellaron su pase en un choque que acabó bien para los intereses de los dos.
Italia debía ganar a Bulgaria y lo consiguió, pero en el estadio Do Bessa de Oporto no hubo sorpresas y ocurrió justo lo que no deseaban: un empate que abrazaron con gusto Dinamarca y Suecia.
Aquel partido comenzó con un golazo de Jon Dahl Tomasson, que adelantó a los daneses con un chutazo por la escuadra desde fuera del área. Empataron los suecos de penalti, Tommasson hizo el segundo, y en el minuto 89, cuando Italia todavía estaba clasificada, llegó la jugada polémica de la jornada cuando al portero de Dinamarca se le escapó un balón fácil que rebaño Mattias Jonson para marcar y mandar a casa a Italia.
Es el destino el que ahora puede brindar una desgracia a los hombres de Cesare Prandelli, que se encuentran en una situación calcada y que se ha encargado de recordar la prensa italiana.
Todo está en las manos de Croacia y de España, que podrían eliminar a un rival complicado por el título. Sin embargo, los jugadores de Vicente Del Bosque ya han dejado claro que irán a ganar el duelo y que no especularán.
Pero si ocurre lo mismo que hace ocho años, si Italia gana a Irlanda, los transalpinos harán las maletas sin haber perdido ningún partido en la Eurocopa. Podría repetirse el día de la marmota.
Ahora, en vez de Suecia y Dinamarca, los protagonistas son España y Croacia. Si al final de su partido el marcador luce un 2-2 en el estadio Arena de Gdansk, Italia se irá a la calle. Igual que en 2004.
Entonces, pese a que suecos y daneses, en la previa de aquel choque se encargaron de asegurar que iban a luchar por ganar el partido y que jamás iban a arreglar el resultado, al final ambos sellaron su pase en un choque que acabó bien para los intereses de los dos.
Italia debía ganar a Bulgaria y lo consiguió, pero en el estadio Do Bessa de Oporto no hubo sorpresas y ocurrió justo lo que no deseaban: un empate que abrazaron con gusto Dinamarca y Suecia.
Aquel partido comenzó con un golazo de Jon Dahl Tomasson, que adelantó a los daneses con un chutazo por la escuadra desde fuera del área. Empataron los suecos de penalti, Tommasson hizo el segundo, y en el minuto 89, cuando Italia todavía estaba clasificada, llegó la jugada polémica de la jornada cuando al portero de Dinamarca se le escapó un balón fácil que rebaño Mattias Jonson para marcar y mandar a casa a Italia.
Es el destino el que ahora puede brindar una desgracia a los hombres de Cesare Prandelli, que se encuentran en una situación calcada y que se ha encargado de recordar la prensa italiana.
Todo está en las manos de Croacia y de España, que podrían eliminar a un rival complicado por el título. Sin embargo, los jugadores de Vicente Del Bosque ya han dejado claro que irán a ganar el duelo y que no especularán.
Pero si ocurre lo mismo que hace ocho años, si Italia gana a Irlanda, los transalpinos harán las maletas sin haber perdido ningún partido en la Eurocopa. Podría repetirse el día de la marmota.
