El defensa del Levante Juanfran García criticó con dureza al presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, y explicó que no consentirá que utilice a su equipo 'como conejillo de indias' en la investigación abierta por supuestos amaños y apuestas ilegales.
El lateral del Levante ofreció una rueda de prensa y criticó la manera en la que Tebas maneja la investigación que surgió después que el levantinista Barkero señalara en una discusión en el vestuario a Juanfran y otros tres compañeros por falta de intensidad en el Levante-Deportivo del 13 de abril.
'Tebas ha entrado de una forma en la Liga.. y su eslogan era acabar con los partidos amañados. Pero no quiero que coja el Levante y sea su conejillo de indias, eso no lo quiero y no lo voy a consentir. Es mucho más fácil ir a por un club pequeño que a por un club grande o mediano', dijo.
'QUE PIDA PERDÓN'
'Lo que tenga que hacer por dentro yo no digo que no lo haga, pero al menos públicamente que tenga un poquito más de cuidado con las cosas que dice, está haciendo muchísimo daño. Cuando se dé cuenta que con lo que está haciendo se ha equivocado espero que pida perdón', insistió.
Porque el Levante certificó su tercera salvación consecutiva en Primera y tras el carácter heróico de la de la temporada 2010-11 y la euforia europea que presidió la de la 2011-12, la actual ha tenido un inesperado sabor agridulce, envuelto en un ambiente enrarecido.
'Tebas ha entrado de una forma en la Liga.. y su eslogan era acabar con los partidos amañados. Pero no quiero que coja el Levante y sea su conejillo de indias, eso no lo quiero y no lo voy a consentir. Es mucho más fácil ir a por un club pequeño que a por un club grande o mediano', dijo.
'QUE PIDA PERDÓN'
'Lo que tenga que hacer por dentro yo no digo que no lo haga, pero al menos públicamente que tenga un poquito más de cuidado con las cosas que dice, está haciendo muchísimo daño. Cuando se dé cuenta que con lo que está haciendo se ha equivocado espero que pida perdón', insistió.
Porque el Levante certificó su tercera salvación consecutiva en Primera y tras el carácter heróico de la de la temporada 2010-11 y la euforia europea que presidió la de la 2011-12, la actual ha tenido un inesperado sabor agridulce, envuelto en un ambiente enrarecido.
