La expresión 'estar en la nube' ya tiene otro significado, menos negativo, más innovador. Aplicado ámbito de la empresa se traduce a modernización y aprovechamiento de recursos en el ámbito de la gestión de las sociedades.
Trabajar en la nube, o lo que es lo mismo, la posibilidad de deslocalizar los archivos y herramientas de una firma para trasladarlos a la red y hacer uso de ellos en cualquier sitio y lugar ya es una realidad, y faltan un par de años para que esta tecnología llegue a su techo. Con sede en Santiago y oficinas comerciales en Madrid, Barcelona y Lisboa, Ozona Consulting es una consultoría especializada en el desarrollo de proyectos de introducción de este tipo de tecnología. Su director, Ramón Ares (Ourense, 1967) asegura que 'todos los modelos de empresa ya están subidos al carro del cloud computing. Usuarios particulares, pymes, autónomos, grandes empresas... en todos los segmentos hay mucha demanda', afirma.
Ozona inició su actividad en 2002, pero de aquella no se hablaba de 'cloud computing'....
Efectivamente, porque no existía. Por entonces lo que hacíamos era llevar la computación más potente, que es la que proporcionan los servidores, hasta cualquier punto donde estuviera el usuario mediante una tecnología que, aunque no se definía como tal ya era virtualización, porque lo que hacíamos era darle al usuario una capacidad, una potencia, que no estaba físicamente donde estaba él, aunque para el cliente era como si la tuviera en su propio ordenador. Desde luego, aquí no manejábamos el término cloud computing, paradigma que no es otra cosa que tecnología disponible para todos utilizando internet como medio, y que permite que cualquier usuario pueda disponer de toda la potencia que necesite contratándola en la red, o en la nube como se le ha llamado.
¿Eran conscientes de la proyección que iba a tener esta tecnología entonces?
Mentiríamos si dijera que lo sabíamos al 100%, pero sí éramos conscientes de su capacidad. Este fenómeno aún está en sus inicios y aún le queda el máximo de su curva de implantación, que se producirá en los próximos años. Va a ser determinante en el cambio de costumbres y de formas de hacer en las empresas. Ahora mismo los usuarios, desde un smartphone, ya podemos utilizar estos recursos en la nube, para ver vídeos, para bajarnos una aplicación, ver el correo... todo esto ya ha supuesto un cambio importante a nivel personal, porque el móvil incluso se ha convertido en una herramienta que nos permite ver la cuenta bancaria o estar en contacto con amigos a través de las redes sociales. Pues en el ámbito de la empresa va a suceder lo mismo. Invertir en infraestructuras informáticas, en servidores, etc., va a ser algo decimonónico dentro de unos años. Ahora mismo, la disponibilidad de la información a través del modelo cloud computing es prácticamente instantánea, y aún no hemos llegado al nivel máximo de esta tecnología.
¿Surgen dudas entre los empresarios? ¿Cómo se lo explicaría a alguien inexperto?
Creo que, cada vez más, es un concepto más entendido, por lo que es posible que sea la propia persona que lo pregunta la que no sea capaz de explicarlo. Pero cuando se explica, se entiende perfectamente. Lo que no está claro, donde están las dudas, es acerca de la seguridad, la fiabilidad, el funcionamiento en caso de avería, etc.
¿Qué tal el término oficina virtual?
Sí, pero no sólo eso. Se trata de abrir un negocio de una forma prácticamente instantánea, crear una compañía que desde el minuto uno ya esté dotada de las herramientas de gestión contable, comercial, herramientas de negocio, diseño. Es el sueño de cualquier emprendedor que tiene una muy buena idea, pero que no dispone de los medios informáticos. Con el modelo clásico habría que esperar a disponer de financiación, por ejemplo.
¿Y están seguros los datos de nuestra empresa en la nube?
Está claro que la seguridad en la red es un handicap, tiene algunos agujeros. Nosotros, los ciudadanos, llevamos ya bastantes años utilizando servicios de banca online, de tarjeta de crédito, y han habido problemas, todos hemos sufrido percances. Pero también es cierto que el saldo ha sido más positivo que negativo. Sí existen riesgos, pero nos compensa. Además, las nuevas soluciones y herramientas que se desarrollan siempre van dirigidas a atajar estos problemas. Hoy por poy, los servicios de los usuarios en cloud estamos satisfechos. También es cierto que una empresa que apuesta por la informática tradicional corre riesgos parecidos, como que le entren en su sistema y le roben la información.
¿Qué beneficios tendría este modelo a nivel empresa?
El primero sería el incremento del negocio, de resultados, de ingresos y de productividad que se tienen cuando es posible reducir los tiempos de puesta en marcha del negocio, y de disponer de la información en el momento en el que se desea. Otro ejemplo se daría en el caso de un incremento del volumen de negocio de manera repentina. En el modelo tradicional tendríamos que comprar nuevos servidores, instalarlos, probarlos, etc. En el caso del cloud, sencillamente hay que contratar más capacidad.
Ozona inició su actividad en 2002, pero de aquella no se hablaba de 'cloud computing'....
Efectivamente, porque no existía. Por entonces lo que hacíamos era llevar la computación más potente, que es la que proporcionan los servidores, hasta cualquier punto donde estuviera el usuario mediante una tecnología que, aunque no se definía como tal ya era virtualización, porque lo que hacíamos era darle al usuario una capacidad, una potencia, que no estaba físicamente donde estaba él, aunque para el cliente era como si la tuviera en su propio ordenador. Desde luego, aquí no manejábamos el término cloud computing, paradigma que no es otra cosa que tecnología disponible para todos utilizando internet como medio, y que permite que cualquier usuario pueda disponer de toda la potencia que necesite contratándola en la red, o en la nube como se le ha llamado.
¿Eran conscientes de la proyección que iba a tener esta tecnología entonces?
Mentiríamos si dijera que lo sabíamos al 100%, pero sí éramos conscientes de su capacidad. Este fenómeno aún está en sus inicios y aún le queda el máximo de su curva de implantación, que se producirá en los próximos años. Va a ser determinante en el cambio de costumbres y de formas de hacer en las empresas. Ahora mismo los usuarios, desde un smartphone, ya podemos utilizar estos recursos en la nube, para ver vídeos, para bajarnos una aplicación, ver el correo... todo esto ya ha supuesto un cambio importante a nivel personal, porque el móvil incluso se ha convertido en una herramienta que nos permite ver la cuenta bancaria o estar en contacto con amigos a través de las redes sociales. Pues en el ámbito de la empresa va a suceder lo mismo. Invertir en infraestructuras informáticas, en servidores, etc., va a ser algo decimonónico dentro de unos años. Ahora mismo, la disponibilidad de la información a través del modelo cloud computing es prácticamente instantánea, y aún no hemos llegado al nivel máximo de esta tecnología.
¿Surgen dudas entre los empresarios? ¿Cómo se lo explicaría a alguien inexperto?
Creo que, cada vez más, es un concepto más entendido, por lo que es posible que sea la propia persona que lo pregunta la que no sea capaz de explicarlo. Pero cuando se explica, se entiende perfectamente. Lo que no está claro, donde están las dudas, es acerca de la seguridad, la fiabilidad, el funcionamiento en caso de avería, etc.
¿Qué tal el término oficina virtual?
Sí, pero no sólo eso. Se trata de abrir un negocio de una forma prácticamente instantánea, crear una compañía que desde el minuto uno ya esté dotada de las herramientas de gestión contable, comercial, herramientas de negocio, diseño. Es el sueño de cualquier emprendedor que tiene una muy buena idea, pero que no dispone de los medios informáticos. Con el modelo clásico habría que esperar a disponer de financiación, por ejemplo.
¿Y están seguros los datos de nuestra empresa en la nube?
Está claro que la seguridad en la red es un handicap, tiene algunos agujeros. Nosotros, los ciudadanos, llevamos ya bastantes años utilizando servicios de banca online, de tarjeta de crédito, y han habido problemas, todos hemos sufrido percances. Pero también es cierto que el saldo ha sido más positivo que negativo. Sí existen riesgos, pero nos compensa. Además, las nuevas soluciones y herramientas que se desarrollan siempre van dirigidas a atajar estos problemas. Hoy por poy, los servicios de los usuarios en cloud estamos satisfechos. También es cierto que una empresa que apuesta por la informática tradicional corre riesgos parecidos, como que le entren en su sistema y le roben la información.
¿Qué beneficios tendría este modelo a nivel empresa?
El primero sería el incremento del negocio, de resultados, de ingresos y de productividad que se tienen cuando es posible reducir los tiempos de puesta en marcha del negocio, y de disponer de la información en el momento en el que se desea. Otro ejemplo se daría en el caso de un incremento del volumen de negocio de manera repentina. En el modelo tradicional tendríamos que comprar nuevos servidores, instalarlos, probarlos, etc. En el caso del cloud, sencillamente hay que contratar más capacidad.
