Los intereses de la deuda soberana portuguesa bajaban ayer en el mercado secundario y el bono a diez años, que sirve de referencia, se situaba en torno al 11,3 por ciento, con un descenso de centésimas respecto a la víspera. Al contrario de la presión que registraban en las últimas horas los bonos españoles, los portugueses mostraban una ligera tendencia a la baja y el diferencial con el bono alemán se situaba por debajo de los 942 puntos.
Lisboa tuvo que pedir en mayo un rescate internacional de 78.000 millones de euros para evitar la bancarrota del Estado ante los elevados intereses que se le exigían en el mercado para refinanciar su deuda. No obstante la presión sobre los títulos de Portugal y la desconfianza en la debilidad de su economía no amainaron en los mercados después del rescate. Según los expertos, los bonos lusos sólo se mantuvieron por debajo del doce por ciento gracias al Banco Central Europeo.
