El ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, defendió ayer las medidas para luchar contra lo que definió como un 'aumento considerable' de la economía sumergida y el fraude fiscal en España. Montoro recordó que entre 2007 y actualmente hubo una caída en la recaudación que equivale a 7 puntos del PIB pero argumentó que este escenario no es explicable sólo por la crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria. Por ello, el nuevo proyecto de ley incorpora medidas 'muy importantes' como la limitación del pago en efectivo a 2.500 euros en operaciones en las que esté implicado un profesional.
Las rentas no declaradas no prescribirán y se imputarán al último periodo impositivo no prescrito. También se reforzarán las acciones cautelares de la Agencia Tributaria, incluidos embargos, para evitar que los presuntos evasores se declaren insolventes o alcen sus bienes.