UGT y CC.OO. iniciarán el 19 de febrero una campaña de manifestaciones en toda España contra el proyecto del Gobierno

Los sindicatos deciden movilizarse y supeditan la huelga al apoyo social

Cándido Méndez, en primer término, e Ignacio Fernández Toxo. (Foto: CHEMA MOYA)
Los sindicatos CCOO y UGT van a iniciar a partir del próximo 19 de febrero una campaña de movilizaciones creciente y sostenida contra la reforma laboral y la convocatoria de una huelga general la condicionan al apoyo de la sociedad y a que el Gobierno cambie en la tramitación de la norma lo aprobado.
Ayer, los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, se reunieron acompañados de sus respectivas ejecutivas para analizar la reforma aprobada por real decreto-ley, pero que va a ser tramitada como proyecto de ley. En rueda de prensa conjunta, Fernández Toxo dejó claro que no va a ser el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien les fije cuándo han de ir a la huelga. Ahora lo que toca es concienciar a la sociedad y a los trabajadores de los cambios introducidos en la reforma laboral, destacó Cándido Méndez, que precisó que esa labor 'pedagógica' se iniciará en la manifestación que convocaron para el próximo día 19 de febrero en todas las calles de España.

A la pregunta de si temen que los ciudadanos no quieran la huelga, Toxo respondió que lo que percibe es que la sociedad quiere soluciones al paro y no una respuesta 'explosiva' de un día. La idea es que el 19 de febrero se convierta en un clamor, indicó Toxo, para quien la reforma lo que hace es abaratar el despido, lo que la convierte en 'radical', no está justificada y va a tener un efecto contrario al deseado porque a corto plazo va a seguir la destrucción de empleo.

Además, consideró que la reforma vino impuesta por organismos internacionales como el FMI y el BCE, por los gobiernos alemán y francés y se redactó con la pluma de la CEOE y Fedea. Al respecto, Méndez afirmó que el Gobierno la aprobó porque actúa como si España fuera un país intervenido, al igual que Portugal.


NUEVAS REACCIONES

Mientras, se suceden las reacciones al proyecto aprobado por el gobierno. Así, Alfredo Pérez Rubalcaba, Secretario general del PSOE, rechazó una reforma laboral que abarata el despido, lo lleva 'al todo a veinte' y acarreará más desempleo. 'Es una operación de abaratamiento del despido como no se conoce', afirmó.

El portavoz de Empleo del Grupo Parlamentario de los Socialistas de Galicia (PSdeG), Miguel Ángel Fernández, considera que la reforma laboral 'va contra los trabajadores y asume las tesis de la parte más reaccionaria del empresariado'.

Por contra, Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso, definió la reforma como la 'más profunda del mercado laboral en la historia de la democracia en España' y ha advertido a los sindicatos de que las manifestaciones no crean puestos de trabajo. Alonso añadió que esperan propuestas de los agentes sociales para mejorar la normativa.

Josep Antoni Duran i Lleida, presidente del comité de Gobierno de Unió Democrática de Cataluña (UDC), insistió en que la reforma va bien orientada y emplazó al Gobierno para que regule el derecho de huelga.

La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) afirma que la reforma 'es un brutal ataque contra los trabajadores' que no servirá para crear empleo y que sitúa el modelo de relaciones laborales en el siglo XIX.

Joan Tardà, diputado de ERC en el Congreso, apuesta por que la reforma laboral se pare en la calle y dice que en el Congreso, donde el PP cuenta con mayoría absoluta, actuará como una 'apisonadora'.

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