Continuando con el artículo anterior de la estimación productiva de la vendimia y las diferentes denominaciones de origen de la comunidad. Previamente hablamos de las denominaciones de origen del Ribeiro, de Valdeorras y de la Ribeira Sacra, debido a la extensión del artículo dejamos Monterrei y las Rías Baixas para otro, ya que así podemos entrar en más detalle acerca de los datos que se estiman y del porqué de estos datos.
La mayoría de los Consellos Reguladores vienen detectando un problema común en los últimos años y es la falta de mano de obra para llevar a cabo los trabajos de la vendimia. Han proliferado las empresas de servicios que realizan este trabajo o la llegada de temporeros desde distintas partes.
Muchas de las bodegas gallegas son pequeñas empresas familiares que no necesitan tantos trabajadores, pero existe un problema en aquellas más profesionales. Cada año las vendimias se celebran como la recompensa del esfuerzo dedicado durante todo el año y como no, las fiestas se celebran con los más cercanos, pero las bodegas que han buscado profesionalizarse, requieren de mucho personal para realizar la vendimia. Cada denominación de origen realiza la cosecha en un período de tiempo muy corto y esto hace que las grandes empresas abarquen la mayoría del personal, dejando un déficit de trabajadores que afecta a la calidad de la uva, ya que debe recogerse cuanto antes, desde que se detecta que está madura.
Pasamos pues a tratar las expectativas de producción
Comenzamos por la denominación de origen de la provincia que no pudimos tratar en el artículo anterior, Monterrei. La vendimia en esta región comenzó el 6 de septiembre. El pasado año, 2020, la Denominación de Origen alcanzó una cosecha histórica, con 5,7 millones de kilos de uva recolectados, la mayor producción en la historia de la D.O. gallega.
El viñedo se encuentra en un muy bueno estado fitosanitario lo que hace prever una muy buena cosecha tanto en calidad como en cantidad, tal y como indican los técnicos de la DO. “Las altas temperaturas de los últimos días están favoreciendo la maduración de las uvas, ya que hasta ahora se había producido un cierto retraso en el estado fenológico”, indican en el Consejo Regulador.
Estimaciones
La estimación de producción de este año maneja cifras similares a las del año pasado, estimando una fecha de finalización de vendimia para las primeras semanas de octubre.
En la Denominación de Origen Rías Baixas calculan una recogida de 43,7 millones de kilos de uvas, un 27% más que en la cosecha de 2020, y con unos posibles rendimientos medios de 10.455 kilos por hectárea. Sería la mayor cosecha de la historia de la DO, superando la anterior marca: 41 millones de kilos de uva recogidos en 2011.
El aumento de producción se debe a una tasa de brotación elevada y homogénea, con una fertilidad media-alta, un promedio en valores del 91,3 %, según recoge el informe elaborado por el equipo técnico. Asimismo, señala que las mermas de este año fueron poco significativas, con valores medios del 10%, que se atribuyen en un 5% al corrimiento de flor, un 2,8% a la meteorología y un 2,4% la plagas.
La vendimia ha ido empezando de forma muy escalonada, ya que ciertas bodegas han comenzado en los inicios de septiembre mientras que otras han tenido que retrasarla debido al estado de maduración de la uva. En la recta final previa a la vendimia, desde el Consejo Regular recomiendan mantener vigilados los viñedos y prestar especial atención a los plazos de cuarentena de los productos para garantizar las mejores condiciones para la vendimia.
