La lluvia llenó las covas de comparsas y buen ambiente

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photo_camera Las covas ofrecían un ambiente de fiesta total.

El desfile de Entroido fue sustituido por la fiesta en el interior de las bodegas a causa del fuerte aguacero que descargó sobre la comarca 

El desfile del Entroido de Vilamartín apenas duró unos minutos. El mal tiempo obligó a los participantes a dirigirse prácticamente a la carrera a la zona donde están ubicadas las covas. Muchos de ellos no se opusieron al cambio. Todo lo contrario y hasta lo agradecieron, al ver cómo podían degustar un vaso de vino y una orella do Entroido antes de la hora prevista.

Ayer, las covas fueron tomadas por los disfraces. No acudieron demasiados vecinos a la fiesta. La lluvia hizo cambiar de opinión a muchos de ellos, si bien, quienes no tuvieron miedo del temporal se lo pasaron de lo lindo.

Hubo disfraces muy diversos. Fueron vistas fichas de un parchís cuyo tablero, colocado sobre la caja de un vehículo, daba vueltas por la zona. También hubo quien acudió disfrazado de monje, arlequín o escocés, no faltando muchos que, quizá ni ellos sabían de qué se habían disfrazado. También acudió el folión local, "Os Viticultores", que no pudo hacer sonar sus bombos todo lo que quisiera, debido al temporal. En todo caso, el objetivo, que fue el mismo en todos los casos: disfrutar del Sábado de Entroido, fue conseguido.

De este logro dan fe los dueños de las covas, donde los participantes saciaron su hambre y su sed, degustando pinchos muy diferentes y los dulces tradicionales de estos festejos.

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