La Guardia Civil ha intensificado la vigilancia en el perímetro fronterizo de Melilla tras las últimas entradas de inmigrantes que se produjeron en la noche del pasado sábado.
Según han informado hoy fuentes policiales, se ha reforzado la zona en la que se produjeron los últimos asaltos, en las compuertas hidráulicas del Río de Oro, por las cuales accedieron más de 60 inmigrantes de los 450 que lo intentaron en dos tentativas en apenas unas horas.
Durante toda la noche, un helicóptero de la Guardia Civil ha sobrevolado el perímetro fronterizo, un elemento disuasorio que se emplea para evitar posibles asaltos al vallado perimetral.
Además, la plantilla del instituto armado se reforzó hace unos días con la llegada de 18 agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), especializados en el control de masas, que trabajarán en el perímetro y con motivo de la Operación Paso del Estrecho (OPE).
A las puertas de la Jefatura Superior de Policía, decenas de inmigrantes se concentran hoy para iniciar el trámite administrativo marcado por la vigente Ley de Extranjería, que establece la necesidad de registrar a los 'sin papeles' en dependencias policiales.
De ahí, está previsto que pasen al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), cuya ocupación se ha disparado y ronda las 750 personas, casi 300 más que su capacidad real.
Y es que a los inmigrantes que accedieron a través del vallado el pasado sábado se suman los más de 20 que fueron trasladados a Melilla anoche tras la llegada al Peñón de Alhucemas de una patera con 41 inmigrantes a bordo, entre ellos seis mujeres y dos menores.
Melilla vivió ayer una de las peores jornadas en materia de inmigración de los últimos años, que ha coincidido con la finalización en Marruecos del mes sagrado de Ramadán y la celebración del Aid El Fitr.
La Delegación del Gobierno resalta la necesidad de abordar en la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos, que se celebrará en septiembre, 'la inaplazable lucha contra las mafias ilegales que fomentan el tráfico de personas y que están explotando nuevas vías de acceso al territorio español, a través de los peñones y archipiélagos de soberanía nacional más próximos a la costa marroquí'.
Durante toda la noche, un helicóptero de la Guardia Civil ha sobrevolado el perímetro fronterizo, un elemento disuasorio que se emplea para evitar posibles asaltos al vallado perimetral.
Además, la plantilla del instituto armado se reforzó hace unos días con la llegada de 18 agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), especializados en el control de masas, que trabajarán en el perímetro y con motivo de la Operación Paso del Estrecho (OPE).
A las puertas de la Jefatura Superior de Policía, decenas de inmigrantes se concentran hoy para iniciar el trámite administrativo marcado por la vigente Ley de Extranjería, que establece la necesidad de registrar a los 'sin papeles' en dependencias policiales.
De ahí, está previsto que pasen al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), cuya ocupación se ha disparado y ronda las 750 personas, casi 300 más que su capacidad real.
Y es que a los inmigrantes que accedieron a través del vallado el pasado sábado se suman los más de 20 que fueron trasladados a Melilla anoche tras la llegada al Peñón de Alhucemas de una patera con 41 inmigrantes a bordo, entre ellos seis mujeres y dos menores.
Melilla vivió ayer una de las peores jornadas en materia de inmigración de los últimos años, que ha coincidido con la finalización en Marruecos del mes sagrado de Ramadán y la celebración del Aid El Fitr.
La Delegación del Gobierno resalta la necesidad de abordar en la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos, que se celebrará en septiembre, 'la inaplazable lucha contra las mafias ilegales que fomentan el tráfico de personas y que están explotando nuevas vías de acceso al territorio español, a través de los peñones y archipiélagos de soberanía nacional más próximos a la costa marroquí'.
