El perímetro del incendio forestal declarado el pasado miércoles en la reserva de la Sierra de la Culebra, en Zamora, ha quedado estabilizado este domingo tras arrasar más de 25.000 hectáreas, la mitad de ellas arboladas, lo que le convierte en el fuego más virulento en la última década.
La bajada de temperaturas la noche pasada contribuyó a mejorar la situación del incendio y el viento algo menor que en días anteriores ha favorecido la extinción, pese a que el fuego está aún activo pero sin llama y no se descarta alguna reproducción puntual, han informado fuentes del operativo de incendios.
La mejoría permitió que los vecinos de la veintena de localidades desalojadas que pasaron fuera la noche del sábado al domingo regresasen a sus casas y se reabrieran las vías de comunicación cerradas a causa del humo y las llamas, como las carreteras nacionales N-631 y N-525 y la vía férrea del AVE Madrid-Galicia.
Una vez acotado el área del incendio, para evitar que los vientos de hasta 40 kilómetros por hora del domingo por la tarde reavivaran las llamas, en la zona se han desplegado casi setecientos efectivos de extinción, la mitad de ellos de la UME.
Ante la magnitud del incendio y sus consecuencias, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que este domingo ha vuelto a visitar el centro de mando avanzado del incendio, ha anunciado un plan especial para la recuperación medioambiental y socioeconómica de la zona.
Esa programa lo acometerá "de la mano del Gobierno de España y escuchando y atendiendo a los vecinos".
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha anunciado la llegada este lunes de técnicos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para comenzar a evaluar los daños y crear "con la máxima celeridad" los paquetes de ayudas necesarios.
Al volver a sus casas, los vecinos se han encontrado con un paisaje irreconocible y han dirigido sus críticas a la gestión de las labores de lucha contra el fuego y ese malestar lo han manifestado algunos incluso al increpar a la comitiva de autoridades del Gobierno regional al paso de los coches oficiales por Villanueva de Valrojo.
Otros damnificados han puesto el acento en que se evacuara a los vecinos sin contar con los que tenían edad y condiciones físicas para ayudar a frenar el avance de las llamas, algo en lo que ha incidido el vecino de Cional y responsable comarcal de la organización agraria COAG, José Manuel Soto.
"¿Cómo puede ser que el fuego empiece el miércoles y cuando de verdad se pida auxilio para movilizar medios sea el sábado, el cuarto día de incendio, en una zona tan conflictiva como es la Sierra de la Culebra por el territorio que tenemos?", se ha preguntado.
Por su parte, el ganadero de Villardeciervos, José Antonio Morán, ha asegurado que si no llega a ser porque hizo caso omiso a la recomendación de desalojar se hubiera quedado sin casa y sin explotación ganadera de porcino, ya que fue él quien logró apagar las llamas que llegaban a la trasera de su vivienda y el que protegió la ganadería que tiene fuera del casco urbano.
Entre los realojados ha habido incluso refugiados de la guerra en Ucrania como dos mujeres y sus tres hijos, que residen temporalmente en Pumarejo de Tera.
"Les dije, venís de una guerra y ahora esto", ha explicado a Efe Gloria Villanueva, voluntaria en los pabellones en los que se dio cobijo a los evacuados.
A las consecuencias medioambientales del incendio y su incidencia en recursos socioeconómicos como los micológicos se suma además la pérdida de biodiversidad que supone la quema de cerca de un millar de colmenas, según una primera estimación de la asociación de apicultores Apis Durii.
Su secretario técnico, Francisco Alonso, ha advertido a Efe de que el número de colmenas dañadas podría duplicarse o triplicarse en los próximos días, a medida que se abran otros cajones porque puede haber muchos en los que a pesar de no haber daños en el exterior, la cera se haya derretido a causa del incendio y las abejas se hayan asfixiado.
