La familia de la asesinada en Colombia afirma que 'fue planeado'

Los familiares de Irene Cortés Lucas, la turista malagueña de 30 años que falleció el pasado 2 de marzo en Barranquilla (Colombia) de un disparo de un atracador, aseguraron ayer que esperan la llegada del cadáver para iniciar el velatorio el próximo lunes. Sarai Santiago, cuñada de la víctima, explicó que la funeraria que se tiene que hacer cargo del traslado del cadáver hasta Vélez-Málaga (Málaga), municipio donde reside la familia, les ha informado de que los restos mortales llegarán sobre las 12.00 horas del lunes.
Santiago señaló que la intención de los familiares es velar a la fallecida durante 24 horas en el tanatorio La Esperanza de Vélez-Málaga, ubicado junto al cementerio municipal, y enterrarla al día siguiente.

Irene Cortés, madre de cinco hijos, llegó a Colombia el pasado 27 de febrero en compañía de su esposo para disfrutar del popular carnaval de la ciudad caribeña de Barranquilla.

En la madrugada del 2 de marzo, la pareja y unos amigos fueron víctimas de un atraco en un bar del sur de Barranquilla, donde uno de los delincuentes disparó en el pecho a la española.

El presunto asesino de Cortés, que se identificó a la Policía como Bryan Darío Escorcia Blanco, fue detenido poco después gracias a las imágenes del atraco grabadas por las cámaras de seguridad del bar y pidió perdón por lo sucedido, mientras que el segundo implicado, el joven Juan Carlos Guerrero, fue arrestado horas después.

Desde España, los familiares de Irene han denunciado con insistencia que ella viajó engañada a Colombia y que su marido, Farid Llinás, de 34 años, planeó el crimen y 'contrató a un sicario' para matarla. Llinás, colombiano que emigró a España en 2001, ha denunciado que recibió amenazas por parte de la familia de su mujer.

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