El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, aseguró que 'el sumario del 11M declaró unos hechos probados y que esos hechos probados son incontestables', y que ni la Fiscalía ni nadie va a reabrir el caso, y que lo que se abrió es una preinvestigación para confirmar la existencia de restos ferroviarios. De esta forma se referió Torres-Dulce en declaraciones a los medios de comunicación a la investigación abierta por la Fiscalía de Madrid para averiguar si procede investigar los restos, su custodia y clarificar si existe ya algún procedimiento abierto.
El fiscal explicó que el procedimiento abierto estudiará si los hechos descritos en esta denuncia están ya judicializados o no merecen ningún otro tipo de reproche, en cuyo caso se archivaría. 'No se trata en modo alguno de reabrir el sumario del 11M, sino de investigar unas afirmaciones descritas en una denuncia', dijo Torres-Dulce, que añadió que en este momento ni siquiera puede pronunciarse sobre si el hecho es constitutivo de delito o no.
Se trata, según explicó, de la apertura de una investigación en términos generales, en la que aún no se puede ni siquiera hablar de prescripción ni de calificación delictiva, ya que es un proceso de 'preinvestigación' para confirmar o no la existencia de esos restos ferroviarios y 'ver la significación que tienen post-proceso'.
'En modo alguno eso supone reabrir algo que para el fiscal general del Estado o para cualquier autoridad significa que los hechos están ya probados y el sumario está cerrado', insistió.
HOMENAJES
Comunidad y Ayuntamiento de Madrid rindieron homenaje ayer a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en dos actos distintos, celebrados al día siguiente para no coincidir con la manifestación contra la reforma laboral, a los que acudieron representantes de todos los partidos y asociaciones. El acto de homenaje convocado por la Comunidad de Madrid reunió a 200 personas, entre ellas la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y la alcaldesa de la capital, Ana Botella, que colocaron juntas una corona de laurel.
También asistieron los ministros de Cultura, José Ignacio Wert, y Agricultura, Miguel Arias Cañete; la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; la directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, Sonia Ramos; y los portavoces del PP, el PSOE, IU y UPyD en la Asamblea de Madrid.
En representación de las víctimas estuvieron las presidentas de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, y de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Ángeles Domínguez, a las que se sumó en el acto organizado por el Ayuntamiento la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua. Domínguez manifestó que estuvieron 'muy solos estos años en su lucha' por mantener abierta la investigación y consideró que 'no se ha hecho justicia'. Por otra parte, lamentó el aplazamiento de los dos actos y lo calificó como 'injusto' porque los sindicatos 'tienen 364 días para manifestarse y el 11 de marzo es el día para el recuerdo'.
ÁNGELES PEDRAZA: 'HOY A LOS SINDICATOS YA NOS LES CONVIENE GRITAR
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, criticó ayer la ausencia de los sindicatos en los actos que la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital organizaron ayer en homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 y después de retrasarlos un día para no coincidir con una manifestación contra la reforma laboral.
'Lo más significativo, por decir de alguna forma porque esto fue igual desde hace ocho años, es que hoy no están aquí los sindicatos', señaló la presidenta de la AVT tras participar en el acto que el Consistorio de la capital organizó s en la estación de Atocha.
En su opinión, a los sindicatos 'hoy ya no les conviene gritar, hoy ya no les conviene decir nada por las víctimas o contra la reforma'. 'Hoy ya no pintan nada, era ayer el día, había que destrozar el 11 de marzo y no lo consiguieron gracias a Dios', señaló la presidenta de la organización. Por otro lado, la presidenta de la asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, María Ángeles Domínguez, señaló que no le parece 'bien' que se cambiaran los actos 'por causas que no tienen nada que ver con las víctimas'. 'De alguna forma, creo que la ciudadanía siempre nos ayudó y tiene ese día grabado a fuego y a sangre', consideró.
Para la presidenta de esta organización, el hecho de que los sindicatos se manifestaran contra la reforma laboral hizo que las víctimas de los atentados quedaran 'como difuminadas'. 'Hemos pasado a un segundo plano', apostilló.
Se trata, según explicó, de la apertura de una investigación en términos generales, en la que aún no se puede ni siquiera hablar de prescripción ni de calificación delictiva, ya que es un proceso de 'preinvestigación' para confirmar o no la existencia de esos restos ferroviarios y 'ver la significación que tienen post-proceso'.
'En modo alguno eso supone reabrir algo que para el fiscal general del Estado o para cualquier autoridad significa que los hechos están ya probados y el sumario está cerrado', insistió.
HOMENAJES
Comunidad y Ayuntamiento de Madrid rindieron homenaje ayer a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en dos actos distintos, celebrados al día siguiente para no coincidir con la manifestación contra la reforma laboral, a los que acudieron representantes de todos los partidos y asociaciones. El acto de homenaje convocado por la Comunidad de Madrid reunió a 200 personas, entre ellas la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y la alcaldesa de la capital, Ana Botella, que colocaron juntas una corona de laurel.
También asistieron los ministros de Cultura, José Ignacio Wert, y Agricultura, Miguel Arias Cañete; la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; la directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, Sonia Ramos; y los portavoces del PP, el PSOE, IU y UPyD en la Asamblea de Madrid.
En representación de las víctimas estuvieron las presidentas de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, y de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Ángeles Domínguez, a las que se sumó en el acto organizado por el Ayuntamiento la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua. Domínguez manifestó que estuvieron 'muy solos estos años en su lucha' por mantener abierta la investigación y consideró que 'no se ha hecho justicia'. Por otra parte, lamentó el aplazamiento de los dos actos y lo calificó como 'injusto' porque los sindicatos 'tienen 364 días para manifestarse y el 11 de marzo es el día para el recuerdo'.
ÁNGELES PEDRAZA: 'HOY A LOS SINDICATOS YA NOS LES CONVIENE GRITAR
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, criticó ayer la ausencia de los sindicatos en los actos que la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital organizaron ayer en homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 y después de retrasarlos un día para no coincidir con una manifestación contra la reforma laboral.
'Lo más significativo, por decir de alguna forma porque esto fue igual desde hace ocho años, es que hoy no están aquí los sindicatos', señaló la presidenta de la AVT tras participar en el acto que el Consistorio de la capital organizó s en la estación de Atocha.
En su opinión, a los sindicatos 'hoy ya no les conviene gritar, hoy ya no les conviene decir nada por las víctimas o contra la reforma'. 'Hoy ya no pintan nada, era ayer el día, había que destrozar el 11 de marzo y no lo consiguieron gracias a Dios', señaló la presidenta de la organización. Por otro lado, la presidenta de la asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, María Ángeles Domínguez, señaló que no le parece 'bien' que se cambiaran los actos 'por causas que no tienen nada que ver con las víctimas'. 'De alguna forma, creo que la ciudadanía siempre nos ayudó y tiene ese día grabado a fuego y a sangre', consideró.
Para la presidenta de esta organización, el hecho de que los sindicatos se manifestaran contra la reforma laboral hizo que las víctimas de los atentados quedaran 'como difuminadas'. 'Hemos pasado a un segundo plano', apostilló.
