La Fiscalía decidió abrir diligencias informativas sobre el supuesto espionaje de los servicios de inteligencia estadounidenses en España, en una jornada en la que el Gobierno confió en que haya una respuesta 'satisfactoria' por parte de EEUU para 'zanjar este incidente'.
Un día después de que el embajador de EEUU en España, James Costos, acudiera al Ministerio de Asuntos Exteriores a dar explicaciones sobre el espionaje, la Fiscalía comunicó la apertura de diligencias para determinar si, con lo que se conoce hasta ahora, hay algún elemento de relevancia penal y si, de abrirse una investigación sobre el asunto, ésta sería competencia de España. La apertura de estas diligencias informativas fue autorizada por el propio fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, y se encargará de ellas la Fiscalía de Criminalidad Informática.
Tras conocerse esta decisión, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo desde desde Vilna (Lituania), donde se encuentra de visita oficial, que el Ejecutivo espera que las explicaciones de Estados Unidos sean 'satisfactorias' para 'zanjar este incidente'. Para el ministro de Defensa, Pedro Morenés, tan 'lamentable' es el supuesto espionaje como la filtración de esa información, según dijo en la Comisión de Defensa del Senado.
La posición del Gobierno fue ayer avalada por el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, quien argumentó que el Ejecutivo tiene que ser 'prudente' en la petición de explicaciones a Estados Unidos, si bien admitió que hay informaciones de 'extrema gravedad'. Esa misma expresión fue ayer utilizada por su homóloga socialista, Soraya Rodríguez, al considerar que dijo que sería un hecho de 'extrema gravedad'.
Tras conocerse esta decisión, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo desde desde Vilna (Lituania), donde se encuentra de visita oficial, que el Ejecutivo espera que las explicaciones de Estados Unidos sean 'satisfactorias' para 'zanjar este incidente'. Para el ministro de Defensa, Pedro Morenés, tan 'lamentable' es el supuesto espionaje como la filtración de esa información, según dijo en la Comisión de Defensa del Senado.
La posición del Gobierno fue ayer avalada por el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, quien argumentó que el Ejecutivo tiene que ser 'prudente' en la petición de explicaciones a Estados Unidos, si bien admitió que hay informaciones de 'extrema gravedad'. Esa misma expresión fue ayer utilizada por su homóloga socialista, Soraya Rodríguez, al considerar que dijo que sería un hecho de 'extrema gravedad'.
