La hija de Garzón dice que el Supremo haría un 'flaco favor' a la imagen de la Justicia si no investiga a Dívar

La salida de Correa de la cárcel le hace pensar que 'la Justicia es demasiado lenta' y considera un 'error' que su padre entrara en política
María Garzón, hija del exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, considera que el Tribunal Supremo debería investigar a su presidente, Carlos Dívar, por los viajes a Marbella (Málaga) porque, de lo contrario, haría 'un flaco favor' a la imagen de la Justicia.

En la presentación de su libro 'Suprema Injusticia', en el que relata 'toda la verdad' sobre el final de la carrera judicial de su padre, María Garzón ha hecho referencia a la polémica sobre los gastos de los viajes que cargó Dívar al presupuesto del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

En caso de que el alto tribunal decida no encausar a Carlos Dívar pondría en evidencia, en su opinión, la existencia de 'un doble rasero'. 'A una persona como es mi padre se le investiga hasta sus últimas consecuencias y a otros ni siquiera se les abre un proceso', ha dicho.

En cualquier caso, entiende que la eventual dimisión del presidente del Supremo y del CGPJ es una cuestión 'personal' que debe decidir de acuerdo a su 'conciencia' y a su convicción sobre la legalidad de los hechos que se le atribuyen. A su juicio, se trata de un terreno en el que también se discute si es 'moralmente aceptable' su conducta.

Aunque piensa que la Justicia está 'tocada', defiende que no se puede 'defenestrar' a la totalidad del sistema ya que es de justicia reconocer el trabajo de miles de magistrados. A su entender, la 'impunidad' afectaría a 'ciertos estamentos judiciales'.

Al ser preguntada sobre la imagen del cabecilla de la trama 'Gürtel', Francisco Correa, saliendo de prisión, María Garzón ha confesado que sintió que 'la Justicia es demasiado lenta'. Admite que le hubiera gustado que se hubiera fijado ya el juicio aunque reconoce la complejidad de la causa contra la red de presunta corrupción.


'GARZÓN NO ES EL MAYOR DELINCUENTE DE ESTE PAÍS'

La hija del que fuera titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 ha justificado la publicación de su obra en que se 'lo debía' tanto a su padre, como a toda su familia y a los centenares de personas que salieron a las calles de España en defensa de la forma de hacer Justicia que impartió su padre.

María Garzón ha subrayado los valores de imparcialidad, tolerancia, respeto y responsabilidad que le inculcó su progenitor. 'Conoce las consecuencias de sus actos pero no por ello se siente amedrentado', ha explicado, para indicar que el exjuez nunca antepuso sus intereses personales a sus 'firmes convicciones' sobre la aplicación de la Ley.

'Garzón no es el mayor poseedor de la verdad, se equivoca como todas las personas. Lo bonito es saber reconocer y aprender de los errores, pero tampoco es el mayor delincuente de este país', ha aseverado.

La autora de 'Suprema Injusticia' piensa que el futuro del exjuez Garzón está en el campo de los derechos humanos o enseñando derecho en Universidades, algunas de las cuales ya le han propuesto ofertas en América. En su opinión, sería un 'error' que su padre entrara en política o en 'estamentos gubernamentales'.

En relación con el indulto solicitado por la asociación de juristas europeos MEDEL, ha remarcado que 'ojalá' se lo concedan aunque entiende que ahora no es la 'prioridad' del Gobierno a tenor de la difícil situación económica.

María Garzón ha evocado los 30 años de su padre en la judicatura en los que combatió el narcotráfico o el terrorismo. Entre los capítulos más amargos, ha citado 'la cacería' con el exministro Mariano Fernández Bermejo. 'El PSOE dejó caer a Bermejo. Creo que fue un error del propio Gobierno que dio alas a la teoría de la conspiración'.

También ha aludido al proceso por los cursos de Nueva York en el que, en su opinión, se trataba de atacar la 'honradez' del exjuez. La carta a Emilio Botín, a su juicio, se trató de una misiva 'totalmente normal enviada por un director de cursos a un ponente o patrocinador'.

En la obra María Garzón, editada por Planeta, se pretende resaltar su 'verdad', que 'muchos creerán equivocada, a otros les permitirá entender mejor las cosas y a algunos les importará poco, puesto que ya tienen una idea preconcebida de los hechos y nunca cambiarán'. 'Se lo debo a mi padre y a todo lo que él ha hecho por nosotros. Ya está bien de estar callados y aguantar como hemos hecho hasta ahora'.

El mismo día que el Supremo condenó a su padre por haber autorizado las escuchas de las conversaciones de los cabecillas de la trama Gürtel con sus abogados en prisión, la hija de Garzón publicó una 'carta a los que hoy brindarán con champán' en la que señalaba que a su familia les habían 'tocado, pero no hundido' y que 'jamás' les harán 'bajar la cabeza' ni derramar 'una sola lágrima' por el golpe recibido.

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