El líder republicano, Oriol Junqueras, ya ha puesto condiciones al líder de CiU, quien afirmó que no renunciará a su cargo

Mas negociará con ERC y PSC con la consulta como tema prioritario

El líder de CiU, Artur Mas, acompañado del secretario general del partido, Josep Antoni Duran Lleida, durante su rueda de prensa. (Foto: TONI GARRIGA)
El presidente en funciones de la Generalitat y candidato de CiU a la reelección, Artur Mas, se mostró ayer abierto a pactos postelectorales con ERC y con PSC, descartando al PP y la geometría variable de la última legislatura, mientras el líder republicano, Oriol Junqueras, ya ha puesto condiciones.
La jornada de ayer fue día de valorar en profundidad unos resultados no previstos y, en rueda de prensa posterior al consejo de la federación de CiU, Mas abogó por un Govern capaz de afrontar con garantías el 'día a día', mientras que el líder de UDC, Josep Antoni Duran, excluyó explícitamente pactar con los populares.

Pese a no recabar el apoyo esperado en las urnas, Mas reiteró que la consulta sobre la autodeterminación se hará a lo largo de la próxima legislatura, aunque no pueden hacerlo solos, por lo que pidió la 'corresponsabilidad' en el Govern entre CiU y otras fuerzas para compatibilizar el 'derecho a decidir' y la gobernabilidad. Además, dejó claro que no se planteó renunciar pese a perder 12 diputados y no lograr la mayoría excepcional que pedía para estas elecciones.

Por la mañana, Junqueras ya explicó que supedita sus acuerdos postelectorales a dos condiciones: convocar una consulta de autodeterminación en la próxima legislatura y que el Govern haga un giro en su política social -recortes e impuestos-, unas exigencias que Mas no descarta aunque habrá que estudiar su viabilidad económica.


NUEVAS CONDICIONES

Junqueras pidió gestos a la federación, que podrían pasar por suprimir el euro por receta, una nueva política fiscal o la recuperación del impuesto de Sucesiones tal como lo pactó el tripartito, y que establecía esta tasa sólo para el 5% de catalanes más ricos.

Ante estas sugerencias, Mas ha declarado explícitamente que no le parecen mal las propuestas sociales de Junqueras, recalcando que no debe haber una competición entre CiU y ERC para ver quién defiende más las políticas sociales.

Por su parte, los socialistas catalanes mostraron su satisfacción por los resultados en las elecciones, aunque en la reunión de la ejecutiva, los tres miembros de la corriente interna Avancem defendieron un congreso extraordinario después de que el PSC pasara de 28 a 20 diputados y perdiera la condición de segunda fuerza.

El primer secretario del PSC, Pere Navarro, no se siente 'cuestionado' por su partido pese a haber cosechado los peores resultados socialistas en unas elecciones catalanas, y descartó convocar el congreso extraordinario.

Por su parte, Alicia Sánchez Camacho, que vio como el PP logró un récord histórico en parlamentarios (19) aunque pasa a ser cuarta fuerza, aseguró que los catalanes dijeron que 'no quieren una legislatura independentista o separatista'.

Además, ICV-EUiA cree que de estas elecciones sale una 'desautorización' hacia Mas y pidió que ningún partido de izquierdas le apoye, mientras que C's advirtió de que, si Mas es elegido, buscará apoyos para presentar una moción de censura contra él.

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