Una mujer murió asesinada presuntamente a manos de su marido el pasado miércoles en la aldea de Noguerones, perteneciente al término municipal jiennense de Alcaudete. La fallecida no había denunciado pero sí que se asesoró para iniciar su separación. Con ella son cinco las mujeres asesinadas por violencia de género en lo que va de año, la cifra más elevada desde 2006.
La víctima murió presuntamente a manos de su marido, de la que estaba en trámites de separación, para después entregarse voluntariamente en la Guardia Civil. Precisamente, los hechos ocurrieron poco antes de las diez de la noche, en plena vía pública, a la altura del número 36 de la Travesía Real de la población de Noguerones, donde este hombre, cuyas iniciales son E.J.F.M., supuestamente apuñaló mortalmente a su esposa.
Soledad Perez, la directora general del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), detalló ayer en Códoba que esta mujer, que responde a las iniciales E.A.M., de 54 años, 'sí que había acudido al Centro de Información a la Mujer, tanto de su municipio, como del IAM, y había tenido atención psicológica en el año 2008, en relación con sus dificultades matrimoniales y con la posible ruptura matrimonial'. 'En esos casos de atención psicológica', según argumentó la directora general del IAM, 'subyace la violencia de género', pero en este caso concreto 'no mediaba ningún tipo de denuncia, ni ningún otro tipo de procedimiento'.
Por ello, Pérez lamentó que 'no supusiéramos, a través de una denuncia', que la mujer era maltratada y, por tanto, que 'no se abrieran los procesos para poder protegerla', lo que la llevó a hacer un llamamiento 'a las mujeres para que no minimicen ese riesgo y que pongan denuncias, porque es la única forma de iniciar una acción para su defensa y protección'.
Soledad Perez, la directora general del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), detalló ayer en Códoba que esta mujer, que responde a las iniciales E.A.M., de 54 años, 'sí que había acudido al Centro de Información a la Mujer, tanto de su municipio, como del IAM, y había tenido atención psicológica en el año 2008, en relación con sus dificultades matrimoniales y con la posible ruptura matrimonial'. 'En esos casos de atención psicológica', según argumentó la directora general del IAM, 'subyace la violencia de género', pero en este caso concreto 'no mediaba ningún tipo de denuncia, ni ningún otro tipo de procedimiento'.
Por ello, Pérez lamentó que 'no supusiéramos, a través de una denuncia', que la mujer era maltratada y, por tanto, que 'no se abrieran los procesos para poder protegerla', lo que la llevó a hacer un llamamiento 'a las mujeres para que no minimicen ese riesgo y que pongan denuncias, porque es la única forma de iniciar una acción para su defensa y protección'.
