El rechazo total del resto de grupos dejó al Partido Popular solo, que hizo valer su mayoría absoluta en el Congreso para sacar adelante ayer los recortes que alcanzan los 10.000 millones 3.000 en materia educativa y 7.000 en Sanidad con el único de apoyo de UPN.
Después de casi ocho horas de debate ininterrumpido en el que no faltaron las confrontación. El primero en defender las medidas en materia de Educación fue el ministro Wert, que señaló que se trata de 'medidas excepcionales para una situación excepcional', incluso 'algunas más dolorosas' de lo deseado, enfatizó el ministro, quien se refirió al desvío de 26.000 millones de euros en el déficit nacional de 2011, con el gobierno anterior.
Entre otras medidas no universitarias, el máximo de alumnos por aula de centros públicos y privados concertados podrá aumentar temporalmente un 20 por ciento. El profesorado de la educación pública y concertada en infantil y primaria tendrá un mínimo de 25 horas lectivas semanales, y de 20 en las otras enseñanzas. En las universidades públicas, los alumnos pagarán entre el 15 y el 25 por ciento en primera matrícula, según decida cada comunidad, del coste real de los grados y de los másteres que habilitan para ejercer profesiones.
Criticado sobre la 'falta' de diálogo, indicó que lo más importante era conocer el criterio de las comunidades, que tienen que aplicar el decreto, y fueron convocadas a dos reuniones. Además Wert se mostró abierto al diálogo con el PSOE, no tanto sobre el decreto, ya que los socialistas lo rechazaron, sino sobre la futura reforma educativa.
UNA DEUDA DE 16.000 MILLONES
Con todo el decreto-ley de sanidad fue el que provocó máyor debate en el Pleno. La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, defendió que gracias a estas medidas se garantizan la sostenibilidad y universalidad de la Sanidad pública, mientras que los otros partidos criticaron que la norma no se htramitara como un proyecto de ley al que poder presentar enmiendas. En su discurso, Mato insistió en que con esta reforma el Gobierno 'atiende a varios desafíos' que ponían 'en riesgo' la Sanidad española, aquejada de una deuda de 16.000 millones de euros. La ministra, resumió los objetivos de este decreto en garantizar el futuro de la Sanidad, cuya deuda se volvió 'insostenible', afrontar con 'urgencia y determinación' que la situación se 'volviese irreversible' y garantizar el derecho de los españoles a una sanidad universal, gratuita y de calidad.
El real decreto, aprobado por el Gobierno el 20 de abril, incluye actuaciones como el 'copago' farmacéutico, que por primera vez tendrán que asumir los pensionistas, y medidas para controlar el 'turismo sanitario' como la retirada de la tarjeta a los inmigrantes ilegales.
Tambiénresaltó que se homogeneizará la cartera común básica del Sistema Nacional de Salud, para que los ciudadanos tengan 'los mismos derechos y las mismas prestaciones, independientemente del lugar en el que residan'.
Los portavoces de la oposición coincidieron en el debate,s, en que éste era 'un día triste' y 'de luto' porque se anula el actual modelo y se excluye a determinados colectivos sociales de la cobertura sanitaria.
Entre otras medidas no universitarias, el máximo de alumnos por aula de centros públicos y privados concertados podrá aumentar temporalmente un 20 por ciento. El profesorado de la educación pública y concertada en infantil y primaria tendrá un mínimo de 25 horas lectivas semanales, y de 20 en las otras enseñanzas. En las universidades públicas, los alumnos pagarán entre el 15 y el 25 por ciento en primera matrícula, según decida cada comunidad, del coste real de los grados y de los másteres que habilitan para ejercer profesiones.
Criticado sobre la 'falta' de diálogo, indicó que lo más importante era conocer el criterio de las comunidades, que tienen que aplicar el decreto, y fueron convocadas a dos reuniones. Además Wert se mostró abierto al diálogo con el PSOE, no tanto sobre el decreto, ya que los socialistas lo rechazaron, sino sobre la futura reforma educativa.
UNA DEUDA DE 16.000 MILLONES
Con todo el decreto-ley de sanidad fue el que provocó máyor debate en el Pleno. La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, defendió que gracias a estas medidas se garantizan la sostenibilidad y universalidad de la Sanidad pública, mientras que los otros partidos criticaron que la norma no se htramitara como un proyecto de ley al que poder presentar enmiendas. En su discurso, Mato insistió en que con esta reforma el Gobierno 'atiende a varios desafíos' que ponían 'en riesgo' la Sanidad española, aquejada de una deuda de 16.000 millones de euros. La ministra, resumió los objetivos de este decreto en garantizar el futuro de la Sanidad, cuya deuda se volvió 'insostenible', afrontar con 'urgencia y determinación' que la situación se 'volviese irreversible' y garantizar el derecho de los españoles a una sanidad universal, gratuita y de calidad.
El real decreto, aprobado por el Gobierno el 20 de abril, incluye actuaciones como el 'copago' farmacéutico, que por primera vez tendrán que asumir los pensionistas, y medidas para controlar el 'turismo sanitario' como la retirada de la tarjeta a los inmigrantes ilegales.
Tambiénresaltó que se homogeneizará la cartera común básica del Sistema Nacional de Salud, para que los ciudadanos tengan 'los mismos derechos y las mismas prestaciones, independientemente del lugar en el que residan'.
Los portavoces de la oposición coincidieron en el debate,s, en que éste era 'un día triste' y 'de luto' porque se anula el actual modelo y se excluye a determinados colectivos sociales de la cobertura sanitaria.
