El Pirata habló de su historia de rock y radio: “Los curas nunca han tenido problemas con el rock, pero los progres sí”
El locutor Juan Pablo Ordúñez, más conocido como El Pirata, con medio siglo en el mundo del rock a sus espaldas, habló ayer en el Foro La Región de su libro “Más de medio siglo de radio y rock”, pero, sobre todo, de sus opiniones y vivencias. Lo hizo en un acto en el IES Otero Pedrayo, en el que se congratuló por haber atraído a “los dos letristas más grandes del rock que ha habido en este país, Jaime Noguerol y Yosi”, dos ourensanos que recibieron un sonoro aplauso del público.
Habló de su nuevo libro, publicado el pasado mes de octubre, del que “ya se otea una segunda edición” gracias a su éxito. En él, El Pirata relata “el sueño de un chaval que escuchaba a Mariskal -que ayer lo acompañaba presentando la conferencia- en la radio y le gustaba el rock” y que cuenta las peripecias a lo largo de 50 años. Pero más allá del libro, se echó a hablar de lo que le gusta, el rock, sin guion, durante casi una hora, con un fluido diálogo con el público, que lo cuestionó sobre diferentes temas.
“Al rock lo llevan matando desde que Elvis Presley se fue a la mili, pero hay una cadena de rock funcionando brillantemente y los conciertos cada vez más grandes y la cantidad de grupos en cualquier punto del planeta demuestran que tiene mucha vida”. El Pirata cree que sigue habiendo dificultad para tocar, para conocerse, pero mostró con rotundidad que “hay un gran contingente”, ya que “estamos recibiendo un disco o una maqueta cada día”. “Esto es una manera de vivir, que se expande y que se ha quedado en las mentes y corazones de mucha gente y espero que continúe con esa vigencia y fuerza”, afirmó.
El célebre locutor de Rock FM defendió que la radio es el “medio rebelde” por naturaleza, y que siempre ha ido de la mano del rock y destacó los gustos musicales de los ourensanos: “No todas las ciudades son tan rockeras, y parte de la culpa de eso es de Yosi”.
Cuestionado sobre la mejor época del rock, El Pirata no quiso mojarse, pues “todas las épocas han tenido lo suyo”. “En los 60 lo descubrimos, se fortalece en los 70, explota con el heavy y el punk en los 80, se mantiene poderoso durante los 90 y vigorosamente ha aguantado hasta 2024. Todas las épocas hay que vivirlas intensamente cuando se está produciendo”. Él llegó al rock en el año 1970, pero le resulta “imposible” establecer comparaciones con otros años. “El rock ha hecho historia peldaño a peldaño, cada año. Hay temas de los Beatles que me siguen poniendo los pelos como escarpias. Seré un rajado, pero soy incapaz de hablar de un grupo o cantante favorito. Todo ha aportado a la música”.
Recordó “La Movida” madrileña como un tiempo “dinámico y divertido”, hizo un repaso de la relación de la radio y el rock y la apuesta de la Cope. “Esa casa me recibió sin ningún tipo de complejo, en los 80 iba con mis greñas y lo único que les importaba es que me seguía gente. La primera vez que sonó Metallica en España fue en la Cope, en la misma radio en la que estaban por la mañana Luis del Olmo y por la tarde Encarna Sánchez. Los curas nunca han tenido problemas con el rock y sus derivadas, cosa que los progres sí han tenido”.
El Pirata presumió de tener en Rock FM “más de un millón de oyentes” pese a tener una cobertura “diezmada”. Así, aseguró que “si tuviera un tercio de la cobertura de Radio 3, que pagamos todos, RockFM sería un suceso impresionante. Esa es la paradoja e injusticia, pero como los rockeros somos luchadores, seguimos en pie cada mañana al otro lado de la radio”.
También contó uno de sus últimos proyectos, como es una exposición que ha hecho de la mano de su hijo, que se dedica a las Bellas Artes, y coordina este “Rock museum”, que ya ha aparecido en una decena de ciudades españolas. Allí se muestran discos, guitarras firmadas, entradas de conciertos que El Pirata ha conservado en cinco décadas: “Ahora voy a parar un poco de escribir, y estoy aprovechando para organizar todo mi archivo”.
El Pirata también confesó que le da “pena” que haya artistas que se dediquen solo a tocar música de otros y hacer versiones. “Es loable y digna la postura de las bandas tributo, pero quizás sea ya una saturación muy grande”, expresó.
Tampoco dudó en calificar a diferentes artistas a preguntas de la audiencia. Destacó “el alma, el fuego y el corazón de Jimmy Hendrix, algo insuperable”, señaló que no hay argumentos para “despreciar” a Bruce Springteen, y defendió que los grandes tiempos de ACDC se consiguieron con Brian Johnson. Pero, sin titubear, aseguró que hay un grupo que no se perdería por nada del mundo en un directo: “Los Rolling Stones”. Y avanzó que en 2024 tiene marcada en el calendario la gira española de Judas Priest.
