Muchos descendientes de emigrantes ven en esta búsqueda una vía de salida a sus necesidades

Buscar familia, un trabajo o conocer el patrimonio en España, objetivo de las cartas

Interior del Archivo Diocesano de Ourense. (Foto: Xesús Fariñas)
Lograr la partida de nacimiento de los padres y abuelos supone recuperar una serie de derechos. Para los más mayores, son ayudas económicas y sanitarias que podrán legar a sus descendientes. Para los jóvenes que viven en países con especiales dificultades económicas, son una vía de escape hacia España: llegar con una situación legal y buscar un empleo. En otras ocasiones las misivas buscan reactivar lazos familiares rotos por el tiempo y la distancia, y otras veces quieren conocer si tienen algún patrimonio en España.
‘Quisiera averiguar si tengo algún familiar descendiente de mi abuelo en España, para reforzar vínculos sentimentales y afectivos’. L.M.C. es uno de tantos jóvenes que desde Cuba buscan sus raíces en España. Cada carta es una historia distinta. Todas tienen en común que la nacionalidad supone una puerta para acceder a las ayudas del Estado y las Comunidades para los emigrantes, así como una vía de entrada legal en España. De hecho, como en gran número de las misivas, en su carta, L.M.C. también pregunta por la posibilidad de obtener un contrato de trabajo en España.

En la búsqueda de la familia a este lado del océano también ayuda la Secretaría Xeral, aunque ‘nunca damos ningún dato si no contamos con el permiso de la persona buscada’, confirma Argimiro Ríos. Este tipo de búsquedas se centran solamente en los casos en los que los emigrantes partieron de España hace menos de 30 ó 40 años ‘a lo sumo’, porque en casos anteriores ‘no queda nadie que recuerde al que se fue, ni pueda vincularlo con los que se han quedado’, señala el técnico.

En cualquier caso, la persona que solicita la información debe aportar datos concretos, ‘por ejemplo alguna carta remitida a familiares en España, con la que se pueda iniciar la búsqueda, si no es una tarea imposible’, destaca Argimiro Ríos.

Cuando existe este leve ‘lazo’ se puede dar un paso más en la búsqueda. Para ello, cuentan con la colaboración de las policías locales, que preguntan a las personas con apellidos similares o en las direcciones apuntadas desde el otro lado del ‘charco’. Algunas veces, las pesquisas dan resultado y se puede restablecer la comunicación entre familias separadas por miles de kilómetros y años de vida. En otras ocasiones no habrá respuesta.

Búsqueda de dinero

Pero no sólo la búsqueda de un origen y unos familiares llevan a algunos a pedir ayuda para buscar sus raíces. Las necesidades económicas y el vivir en países con especiales dificultades sociales (Venezuela y Cuba) convierten muchas veces a España en una ‘tabla de náufrago’ a la que se agarran con todas sus fuerzas. Algunas cartas también piden información para conocer si es posible recibir información sobre los patrimonios que puedan haber dejado sus ascendientes en España. De hecho, en su carta M.L.C. señala que entre las historias legadas por sus ances tros se cuenta que la iglesia de la localidad de origen de su abuelo podría encontrarse en terrenos familiares.

‘Más de uno que se apellida Iglesias (patronímico que tiene su origen en los niños ingresados en la inclusa) nos pregunta si es familiar de Julio Iglesias’, dice Argimiro Ríos, quien también recuerda casos como ‘el de una persona que se apellida Penedo que, tras buscar en un mapa, encontró el Penedo dos Tres Reinos, en O Incio. Nos preguntó si pertenecía a su familia’.

ARCHIVO DIOCESANO DE OURENSE

‘Orense, provincia de Madrid’

‘Esto es un agobio’. Miguel Angel González, archivero diocesano de Ourense, resume de este modo la incesante llegada de cartas para buscar familiares que llegan a su mano cada día. ‘Tengo ahora tres cartas de Cuba. En el ordenador del Obispado habrá otras tantas, algunas las habrán remitido directamente al Archivo y cada día también nos llegan cartas desde otros obispados, com Santiago o Astorga’. Es el padrenuestro diario al que tienen que ‘intentar hacer frente’ tanto Miguel Angel González como su único compañero en el Archivo Diocesano. ‘Hasta hace unos meses tuvimos a un becario de la Diputación ayudándonos, pero va y viene según haya recursos’.

Dos personas para hacer frente a centenares de consultas. ‘Este año hemos podido dar respuesta a 600 consultas, aquellas que nos daban los datos necesarios con los que podíamos iniciar la búsqueda’.

Desde el Archivo Diocesano se confirma que muchas veces esta labor de investigación se convierte en un auténtico ‘trabajo de chinos’. ‘Nos dicen que sus antepasados fueron bautizados en Ourense, pero si no aparecen en las tres parroquias que tenía la ciudad, eso quiere decir que tendríamos que buscar por todas la parroquias de la provincia. Eso sería imposible, porque son un total de 780 y no podemos ir una a una’.

En otros casos desestiman directamente las cartas, son casos como cuando aparecen misivas en las que se afirma que provienen de ‘Orense, provincia de Madrid’. González García considera que en muchos casos los demandantes de información ponen los nombres de forma aleatoria, con palabras que les suenan pero sin ningún dato concreto.

‘Hay gente desesperada, que escribe más de cien cartas a todos los curas de la provincia’. González afirma que ‘aunque lleguen una y otra vez, sin datos no podemos hacer nada’. También afirma que ‘solemos buscar entre diez años antes y después a la fecha que nos dicen, porque también este dato suele venir erróneo’.

Desde el Obispado se lamenta que ‘si tuvieramos informatizadas las partidas sería más fácil’. ‘Es un trabajo que hacemos de forma totalmente gratuita’, señala Miguel Angel González, quien recuerda el caso de un emigrante en Cuba al que ‘por error le pedimos que pagase los tres euros que cuesta en España esta búsqueda. Nos devolvió la carta pidiendonos perdón porque no tenía dinero ni para fotocopiar la partida. Se la enviamos de vuelta’.



Te puede interesar