El Gobierno de Alberto Núñez Feijóo anunció la puesta en marcha de los planes Impulsa Ourense y Lugo como 'el motor de las dos provincias', apoyándose en la maquinaria del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). Para sufragar los dos proyectos, Feijóo tiró de diversos planes de financiación, tanto del referido Igape como del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Pero el motor o está gripado o no acaba de arrancar. En la página web de los dos planes no existe apartado alguno en donde se detalle el modelo de financiación ni la cuantía total de los Impulsa o su grado de ejecución.
Cualquier empresario que quiera apostar por Ourense o Lugo y busque en estas webs las ayudas existentes por parte de la Xunta para proyectos de una inversión de 200.000 euros como mínimo, se encontrará con que las dos páginas están redireccionadas a la página del Igape, cuyo programa es para inversiones superiores a los 500.000 euros.
En Ourense todavía se espera por grandes promesas hechas por la Xunta de Feijóo, como a la planta de tratamiento de residuos en Irixo; la fábrica Xero de coches eléctricos en Melón; el Centro Industrial Cárnico de Alta Tecnología (CICAT) en Xinzo de Limia; el hotel-monumento en el claustro del monasterio de Celanova; la planta de biomasa en O Barco o el plan de viabilidad que asegure el futuro de la estación de montaña de Manzaneda. Son 2.000 empleos directos que están en el aire -en una provincia que, según los últimos datos del Inem, acumula 31.274 desempleados-, a la espera de las gestiones de la Xunta.
Cualquier empresario que quiera apostar por Ourense o Lugo y busque en estas webs las ayudas existentes por parte de la Xunta para proyectos de una inversión de 200.000 euros como mínimo, se encontrará con que las dos páginas están redireccionadas a la página del Igape, cuyo programa es para inversiones superiores a los 500.000 euros.
En Ourense todavía se espera por grandes promesas hechas por la Xunta de Feijóo, como a la planta de tratamiento de residuos en Irixo; la fábrica Xero de coches eléctricos en Melón; el Centro Industrial Cárnico de Alta Tecnología (CICAT) en Xinzo de Limia; el hotel-monumento en el claustro del monasterio de Celanova; la planta de biomasa en O Barco o el plan de viabilidad que asegure el futuro de la estación de montaña de Manzaneda. Son 2.000 empleos directos que están en el aire -en una provincia que, según los últimos datos del Inem, acumula 31.274 desempleados-, a la espera de las gestiones de la Xunta.
