Políticos e instituciones se preocupan por estar en las redes sociales. Hablan y lanzan mensajes, pero practican más el monólogo que el diálogo. La mayoría no ha sabido, o no ha querido, explotar el valor añadido de Facebook o Twitter

Los organismos públicos siguen sin entrar en las redes sociales

Las redes sociales podrían ser una herramienta eficaz para reducir la distancias entre políticos y ciudadanos. (Foto: ARCHIVO)
Con mayor o menor actividad, los políticos han caído en las redes sociales e intentan sacar rédito de esta herramienta de marketing político.
Sean del partido que sean, la mayoría siguen protocolos similares y no desvelan ningún secreto en sus cuentas de facebook o twitter. Gestionadas por ellos mismos o por sus equipos de comunicación, estos perfiles no logran la interactividad y la cercanía que se les presume. El corsé aprieta y frena cualquier atisbo de espontaneidad. Eso en el caso de quienes se mantienen fieles a las redes sociales fuera de las campañas electorales; son muchos los que se olvidan de sus 'amigos virtuales' hasta que pasan cuatro años y tienen que pedir el voto.

Uno de los más activos en la Red y que, además presume de ser un atrevido a la hora de subir al tren de las nuevas tecnologías es el alcalde de Lugo. Xosé Clemente López Orozco fue de los pioneros en la blogosfera política y, cuando otros políticos ponían reparos a la hora de incorporarse a Second Life, el regidor lucense rompía moldes y, en la precampaña de 2007, protagonizaba un videojuego que consiguió colapsar la web del PSOE el día de su estreno. Era el primer candidato de España que optaba por esta fórmula y, al margen de la victoria en las urnas, su ciberpopularidad alcanzó un pico en esos comicios.


ABRIR NUEVOS CANALES

Con ese currículum, para Orozco no fue traumático entrar en las redes sociales. Cuando Obama arrasaba en Facebook y probaba la eficacia de Twitter para empujar en su campaña presidencial, el alcalde de Lugo dio el salto a las redes sociales y creó sus perfiles 'para abrir nuevos canales de comunicación con la ciudadanía'.

A día de hoy, con más de 4.200 amigos y casi medio millar de suscriptores en Facebook, el regidor lucense mantiene su actividad casi diaria. No entra en cuestiones personales y sus actualizaciones de estado se limitan a informar de su agenda pública con un estilo más desenfadado. Cuelga enlaces con algunas noticias y no siempre contesta a las interpelaciones de sus vecinos.

'Hoxe por primeira vez desde a remodelación da Praza do Cantiño pasei por alí. Como lucense quero expresar a miña opinión ante o adefesio no que se converteu unha praza que tiña un encanto especial,agora parece unha pista de discoteca con tantas luces, as novas escaleiras de acceso á muralla, que sendo de pedra, lles sobraba a iluminación interior que teñen.

Creo que, quitando o acceso o paseo interior (pechado no momento que visitei a praza) que non podo opinar como se atopa, existen moitas outras formas de darlle vida a unha Praza que xa tiña luz propia, polo seu recollemento e pola súa ubicación', le escribía en su muro hace unos días Carlos Díaz. El regidor, que ha actualizado su estado con posterioridad a este mensaje, no da respuesta a este vecino, pero sí responde a otro que le había planteado otro asunto.

'Señor alcalde: tengo entendido que elaboró un decreto donde los vehículos de policía estaban obligados a circular todo el día con las luces encendidas, ¿ha comprobado que este decreto se cumple? Pienso que más del 75% de los vehículos de policía no cumplen este decreto', le escribe Adrián Paderne. '¿Me podría indicar cuando hemos adquirido vehículos eléctricos para la policía porque siempre está aparcado en la plaza reservada para la carga de estos vehículos?', añade este vecino.

El alcalde, dos días después, ofrece una respuesta de trámite. 'Adrián, te confirmo que se elaboró el decreto, que afecta a los vehículos de los servicios municipales. No tengo constancia de lo que me comentas respecto a su incumplimiento pero te agradezco la información y reiteraré lo decretado'.

Orozco, que desde el inicio de su etapa en su alcaldía ha intentado estar al día de cuantos baches sin asfaltar había en la ciudad, intentan perpetuar su política de proximidad en las redes sociales. Él, que siempre ha procurado pasar por el tanatorio o enviar un telegrama de condolencias cuando tenía conocimiento de la muerte de algún vecino, aprovecha las posibilidades que le ofrecen las nuevas tecnologías.


ACORTAR LAS DISTANCIAS

Su muro de facebook no es el prototipo de un personaje político porque, según mantienen sus colaboradores, 'él tampoco es el prototipo de alcalde'. La política municipal es más cercana y permite mantener un contacto más próximo con la ciudadanía, pero no siempre es así. Los representantes del gobierno central, por ejemplo, casi nunca tienen ocasión de descubrir la realidad en las 'distancias cortas'. Las redes sociales deberían ser una herramienta eficaz para acortar 'esas distancias' que les separan de los ciudadanos a los que representan, pero no siempre es así.

Un grupo de investigación, en el que participan universidades españolas, trabajan en el desarrollo de un conjunto de herramientas tecnológicas avanzadas que recogerán e interpretarán de forma automática las opiniones expresadas en las redes sociales con el objetivos de ayudar a asesorar a los políticos. Son expertos en simulación y computación que, en colaboración con profesores de ciencia política, comparten ilusiones en el proyecto Fupol (Modelaje de la Política Futura) y se esfuerzan en analizar de forma automática las opiniones expresadas a gran escala a través de Internet para canalizar esa información y ofrecer a los políticos un retrato aproximado de las necesidades reales de los ciudadanos.

No es política-ficción, es un proyecto real. No es tarea sencilla porque los gobernantes no han demostrado hasta ahora un manejo afortunado en las redes sociales.

'As institucións públicas ou gobernamentais galegas non aproveitan as posibilidades que permiten as redes sociais para a comunicación cos seus públicos. Son poucas as que contan con presenza en redes sociais pero, sobre todo, a súa actividade é baixa. O problema non é tanto que non estean ?que tamén-, senón que non están comprometidas coa causa e reflicten desatención á participación continuada e ás interaccións co público.

A consecuencia directa é un baixo nivel de seguimento por parte do público e, por tanto, a interactividade conseguida ?tanto activa como pasiva- tamén é baixa', explica el investigador José Sixto García, autor de la tesis doctoral titulada Marketing e Comunicación: catalogación e análise da nova variable do marketing aplicado á comunicación.

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