El vecino de Pontevedra acusado de abusar sexualmente de sus hijastras lo ha negado en el juicio que acogió este martes la Sección Cuarta de la Audiencia provincial, aunque sí ha reconocido que instaló una cámara en el baño.
El acusado explicó que realizó esta acción con el argumento de "comprobar si se duchaba" una de las hijas de su esposa que, según su versión, "presentaba problemas de higiene".
"En aquel momento ni su madre ni yo vimos otra forma", ha defendido el acusado, quien también ha reconocido que la más pequeña de las niñas le sorprendió en una ocasión viendo una película pornográfica de noche en el salón de su casa y se quedó "con cara de susto".
Según ha expuesto, él mismo se disculpó con ella al día siguiente porque no le parecía "normal". Ha añadido que esos hechos los conocía su esposa y que más tarde también pidió perdón a la niña en una carta manuscrita.
La declaración de las dos hijastras se produjo a puerta cerrada.
Los hechos que se juzgan se habrían producido desde 1999, primero con la niña de mayor edad (cuando tenía 12 años) y luego con la segunda (que tenía 10).
La relación del acusado con su mujer continuó hasta el año 2007, cuando las niñas le relataron los abusos a las que supuestamente las sometió el hombre durante los años previos. En ese momento, ella se separó.
El Ministerio Público solicita para él seis años de prisión y la prohibición de acercarse a las jóvenes, actualmente ya mayores de edad, durante un plazo de tres años a contar tras su salida de la cárcel.
