Unos 200 trabajadores de la mina de Serrabal y las fábricas de Ferroatlántica de Cee y Sabón se concentraron hoy ante el Ayuntamiento de Vedra (A Coruña) e impidieron, por segundo día consecutivo, las firmas de las actas de expropiación de terrenos afectados por la construcción del AVE Santiago-Ourense a su paso por esta explotación.
En declaraciones a Europa Press, Florentino Castro, miembro del Comité de Empresa de Serrabal, aseguró que mantendrán esta actitud "en todas las convocatorias para firmar actas de expropiación" porque creen posible que el trazado del tren de alta velocidad "no afecte a la mina".
Castro aseguró que, contrariamente a lo que defiende el Ministerio de Fomento, una leve variación del trazado "tan sólo conllevaría un retraso de entre cuatro y seis meses por la preceptiva información pública", pero no están de acuerdo en que la demora se prolongaría "durante al menos dos años", como advierte el Gobierno central.
Los operarios también le impidieron sacar del Ayuntamiento de Vedra a Adif ordenadores con información sobre las actas de expropiación del AVE. Los trabajadores denuncia que el Ejecutivo pretende "expropiar 45.000 metros cuadrados más de los previstos" en la mina, por lo que, "de llevase a cabo, ya se vería afectado el filón de cuarzo en el que se trabaja en la actualidad".
Aunque las previsiones son iniciar las obras en el tramo de AVE que afecta a la mina entre Vedra y Boqueixón, Florentino Castro explicó que ellos no tienen información sobre este comienzo inminente y esperan todavía "revertir la situación" y variar el actual trayecto para el tren de alta velocidad.
Los trabajadores quieren seguir impidiendo cualquier acto de firma de actas de expropiación en esta zona y no descartan llevar a cabo otras medidas de presión. Unas 1.500 personas, entre Serrabal y las fábricas de Cee y Sabón, están afectadas por el actual trazado del AVE Santiago-Ourense.
