La Consellería del Medio Rural y la Unidad Militar de Emergencias (UME) realizan esta semana diferentes simulacros, en previsión de posibles intervenciones del personal militar ante situaciones de máximo riesgo de incendios forestales en los que la Xunta pudiera necesitar su colaboración, segun informaron fuentes del Ejecutivo autonómico.
El director xeral de Montes de la Consellería del Medio Rural, Tomás Fernández-Couto, se acercó con el subdirector xeral de Prevención e defensa contra os incendios forestais, José Carlos Costas López, y técnicos de incendios de Lugo hasta la base central de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Galicia.
La jornada consistió en la realización de simulacros de maniobras en caso de incendios forestales, en conocer las potencialidades de la unidad e intercambiar criterios que ayuden a seguir incrementando la colaboración entre administraciones. En la base localizada en la parroquia de Santa Cruz de Parga (Guitiriz), Fernández-Couto pudo ver, entre otras acciones, un puesto de mando avanzado donde se controlan los medios desplegados, operaciones sobre control de combustibles con maquinaria ligera y pesada, prácticas de lanzamiento de agua con un helicóptero pesado de extinción, y diversos materiales y medios utilizados en las labores de prevención y lucha contra el fuego.
PROTOCOLOS DE ACTUACIÓN
De esta forma, se trata de tener previstos protocolos, acortar tiempos de reacción y conocer las potencialidades y posibilidades de la UME en los casos de situación de riesgo elevado, que es cuando la Xunta precisa movilizar también medios de extinción del Estado y facilitar la coordinación de las actuaciones. Fenández-Couto destacó la importancia de tener un contacto previo, entre Xunta y UME, para tener un conocimiento organizativo de cara a la temporada de alto riesgo de incendios forestales, que este año va del 1 de julio al 30 de septiembre).
Este tipo de operaciones-simulacros se están realizando estos días en tres distritos más, dos en A Coruña, en el distrito IV y V, Barbanza e Fisterra, y uno en Pontevedra, en el distrito XIX, Caldas-Salnés.
Con independencia de la aportación que la UME lleve a cabo en Galicia, básicamente enfocada a la extinción de incendios, el Ministerio de Defensa ofrecerá a la Xunta de Galicia la participación de los Ejércitos y de la Armada en la prevención de incendios en dicha comunidad autónoma, tal y como se venía haciendo en campañas anteriores.
El operativo puesto en marcha el pasado año contemplaba despliegues de efectivos militares en función del riesgo. Así, para un nivel de riesgo medio, el despliegue fue de 23 patrullas como máximo para las cuatro provincias, cada una de ellas integrada por 3 efectivos provistos de un vehículo. Si el nivel de riesgo es alto, la dotación sería de 50 patrullas para toda Galicia, y si el riesgo es muy alto, el despliegue se efectuaría con un máximo de 75 patrullas, y se contaría con dos helicópteros de vigilancia.
A este tipo de despligue habría que añadir los aviones apagafuegos del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas, cuya presencia es requerida en función de la magnitud de los incendios forestales.
La jornada consistió en la realización de simulacros de maniobras en caso de incendios forestales, en conocer las potencialidades de la unidad e intercambiar criterios que ayuden a seguir incrementando la colaboración entre administraciones. En la base localizada en la parroquia de Santa Cruz de Parga (Guitiriz), Fernández-Couto pudo ver, entre otras acciones, un puesto de mando avanzado donde se controlan los medios desplegados, operaciones sobre control de combustibles con maquinaria ligera y pesada, prácticas de lanzamiento de agua con un helicóptero pesado de extinción, y diversos materiales y medios utilizados en las labores de prevención y lucha contra el fuego.
PROTOCOLOS DE ACTUACIÓN
De esta forma, se trata de tener previstos protocolos, acortar tiempos de reacción y conocer las potencialidades y posibilidades de la UME en los casos de situación de riesgo elevado, que es cuando la Xunta precisa movilizar también medios de extinción del Estado y facilitar la coordinación de las actuaciones. Fenández-Couto destacó la importancia de tener un contacto previo, entre Xunta y UME, para tener un conocimiento organizativo de cara a la temporada de alto riesgo de incendios forestales, que este año va del 1 de julio al 30 de septiembre).
Este tipo de operaciones-simulacros se están realizando estos días en tres distritos más, dos en A Coruña, en el distrito IV y V, Barbanza e Fisterra, y uno en Pontevedra, en el distrito XIX, Caldas-Salnés.
Con independencia de la aportación que la UME lleve a cabo en Galicia, básicamente enfocada a la extinción de incendios, el Ministerio de Defensa ofrecerá a la Xunta de Galicia la participación de los Ejércitos y de la Armada en la prevención de incendios en dicha comunidad autónoma, tal y como se venía haciendo en campañas anteriores.
El operativo puesto en marcha el pasado año contemplaba despliegues de efectivos militares en función del riesgo. Así, para un nivel de riesgo medio, el despliegue fue de 23 patrullas como máximo para las cuatro provincias, cada una de ellas integrada por 3 efectivos provistos de un vehículo. Si el nivel de riesgo es alto, la dotación sería de 50 patrullas para toda Galicia, y si el riesgo es muy alto, el despliegue se efectuaría con un máximo de 75 patrullas, y se contaría con dos helicópteros de vigilancia.
A este tipo de despligue habría que añadir los aviones apagafuegos del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas, cuya presencia es requerida en función de la magnitud de los incendios forestales.
