La actriz Mia Farrow ha comenzado una huelga de hambre en solidaridad con la región africana de Darfur. La actriz de 64 años ya había anunciado que llevaría a cabo esta protesta para llamar la atención sobre la situación de esta zona, después de que el gobierno sudanés expulsara el mes pasado a los cooperantes y a la ayuda internacional.
De este modo, la ex mujer del cineasta Woody Allen, sólo beberá agua en los próximos 21 días, esperando que en este periodo los mandatarios escuchen sus reclamaciones. Si esto no ocurre, explicó a la revista 'People', continuará con la huelga hasta que su salud se deteriore. Voy a hacerme análisis de sangre cuando lleve en huelga dos semanas y si mi organismo está dañado, pararé, indicó.
Aunque, para que ésto no ocurra Farrow se ha preparado en las últimas semanas tomando vitaminas y ganando cerca de 4 kilos de peso.
Además explicó que en este reto personal tendrá un seguimiento diario que llevarán a cabo sus médicos, y que se hará diversas evaluaciones para que su cuerpo o sus órganos no sufran daños irreversibles.
Durante su intervención, la actriz destacó que va a llevar a cabo esta protesta como una expresión personal de indignación hacia un mundo que de algún modo es capaz de mantenerse al margen y ver hombres, mujeres y niños inocentes morir de inanición, sed y enfermedad. En concreto, según los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) unas 300.000 personas han muerto y casi tres millones están sin casa como consecuencia del conflicto que devasta Darfur desde 2003.
Aunque, para que ésto no ocurra Farrow se ha preparado en las últimas semanas tomando vitaminas y ganando cerca de 4 kilos de peso.
Además explicó que en este reto personal tendrá un seguimiento diario que llevarán a cabo sus médicos, y que se hará diversas evaluaciones para que su cuerpo o sus órganos no sufran daños irreversibles.
Durante su intervención, la actriz destacó que va a llevar a cabo esta protesta como una expresión personal de indignación hacia un mundo que de algún modo es capaz de mantenerse al margen y ver hombres, mujeres y niños inocentes morir de inanición, sed y enfermedad. En concreto, según los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) unas 300.000 personas han muerto y casi tres millones están sin casa como consecuencia del conflicto que devasta Darfur desde 2003.
