EN GALICIA

El agua se convierte en espectáculo

fervenza_do_arnoia_en_rebordechao_result
photo_camera La cascada de Arnoia.

Las cascadas y torrentes exhiben a lo largo del invierno toda su majestuosidad. En Galicia hay más de una veintena de Fervenzas a distancia de un paseo que justifican la excursión en coche y la caminata que luego nos lleva hasta su mismo pie.

Encontraremos fervenzas en las cuatro provincias gallegas. Casi siempre el espectáculo de la naturaleza producido por la caída libre del agua se produce en ríos de poco caudal o en torrentes ocasionales, que ofrecen una imagen espectacular solo cuando las lluvias nutren abundantemente su cauce. Pero hay una veintena que ofrecen una estampa impresionante a lo largo de todo el año y forman parte de los itinerarios del turismo de sendero y se encuentran debidamente señalizadas. ¿Cuál es la más grande? ¿Cuál la más espectacular? ¿Cuál  es la más bella? La mejor manera de responder a esas preguntas es recorrerlas todas. Aquí proponemos una selección de  las más accesibles.

Entre Vila de Cruces y Silleda, se encuentra la que está considerada como la mayor caída libre de agua. La Fervenza do Toxa, un pequeño río que es afluente del Deza, al que se une apenas cien metros después de la cascada. Similar en magnitud es la de Belelle, en Neda, o la de  Vilagocende en A Fonsagrada. Tanto la de Belelle como la del Toxa tienen en sus inmediaciones una central eléctrica que aprovecha esa caida natural del agua para generar electricidad, un fenómeno que se hizo especialmente patente en la que tal vez es la más espectacular de Galicia, la de Ézaro, en la que el río Xallas cae abruptamente sobre el océano Atlántico. Hasta hace algunos años, la cascada estaba seca porque la central desviaba el agua para su uso hidroeléctrico. Durante años, fue una cascada con horario y, desde 2011 ya recuperó su situación natural, mostrando la fervenza a lo largo de todo el día e incluso iluminándola artificialmente en las noches de verano.

Las rutas de las fervenzas forman parte del patrimonio natural de Carballo, con sus Férvedas, o de Boqueixón. Pero también de Melón, Carballeda de Avia, Amoeiro, Lobios, Pantón... Las abundantes lluvias del pasado fin de semana han suministrado un generoso caudal a estos ríos, ofreciendo el momento de máximo esplendor como espectáculo de la naturaleza. Pero incluso en primavera y verano, cuando su régimen es más moderado, el entorno de las fervenzas muestran una vegetación y un paisaje singulares. Tal vez ens en ese tiempo, el del estío, cuando más se disfruta de ellas por resultar más accesibles y por poder pegarse un chapuzón en sus pozas en aquellas que no está prohibido.

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