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Esa moda me suena

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Hace ahora siete años que María Fernández decidió convertir el centro de A Coruña en un paraíso de la ropa antigua. Desde Vintage&Coffee se mantiene al tanto de las tendencias actuales para ofrecer una versión con historia de las prendas que vemos en la calle.

¿Cómo y cuándo surgió la idea de abrir una tienda vintage?

Como alternativa laboral en 2011, en plena crisis porque las ofertas para una madre de tres hijos eran... Antes de pensar en el vintage valoré diferentes opciones porque tenía experiencia previa. Una amiga, Margot, me animó a lanzarme a la ropa de los años 60 y 70. Cuando tomé la decisión, sentí que aquello iba ser una aventura. Los primeros de Galicia, en A Coruña, una ciudad nueva para mí y en el centro… de donde Inditex huía. ¡Madre mía, donde me he metido! Es cierto que ya conocía ese mundo pero, ¿sería suficiente? Venía de vivir un año en San Francisco y otro en Lisboa. Todo eso me animaba pero no estaba segura de si el modelo se podía replicar en A Coruña. A pesar de ello, desde el momento que me lanzo, no hay vuelta atrás. Visito tiendas por Europa y empiezo a contactar distribuidores, sobretodo en Centroeuropa. Ahí es empiezo a ver la dimensión del vintage.

¿Cuál es el proceso de selección de las prendas?

Cada año procesamos miles de prendas de todo el mundo y aunque apostamos por el ‘real vintage’, nunca los pedidos son perfectos, salvo cuando visito a los distribuidores y los escojo personalmente. Y aún así, me cuesta. El problema es que no existe un catálogo único entre países. Es un poco lío y eso sólo lo descubres con el tiempo. De repente pides ‘denim jackets’ a un distribuidor nuevo y recibes H&M o Primark. En el almacén se revisan todas las prendas. A las que no valen se les da una segunda oportunidad en “El Mercadillo” pero no entran en Vintage&Coffee. Siempre hay alguna que nos enamora y la indultamos, pero tiene que ser genial. Nuestro estilo es el de la calle, a todo el equipo le gusta la moda. En casa nunca faltan revistas y libros especializados, intento informarme de las tendencias en las capitales de la moda. Aquí acaba llegando todo porque al fin y al cabo, desde Arteixo se viste a todo el planeta. Procuramos salir a inspirarnos fuera y eso ayuda a poder ser la primera tienda en tener auténticos kimonos de los 80, por ejemplo. Al principio la gente no se atreve, hasta que seis meses después se empieza a ver en los centros comerciales la versión en acrílico Made in Morocco…. Es inevitable.

¿Qué suele buscar la gente que acude a comprar ropa vintage?

Cuando abrimos, teníamos cafetería, pero creo que sólo vendimos un par de cafés. Desde un principio la ropa gustó. Cuando nos visitas te puedes dejar llevar por una sensación de deja vú, tienes la impresión de que esa ropa ya se la viste puesta a tus tías cuando eras pequeña y las abuelas nos dicen “parecido a ese estampado tenía yo un vestido”. Puedes estar buscando alguna tendencia, algo singular para un evento o bien una prenda única para combinar a diario y romper con esa uniformidad del “todos iguales”. También quizás busques un buen abrigo, con buena confección, material de calidad y a un precio increíble.

En ocasiones las tiendas vintage albergáis auténticos tesoros. ¿Cuál ha sido la prenda más especial que habéis tenido?

Recuerdo un pañuelo de Hermès. Estaba haciendo una selección y sólo al tocarlo ya noté un tacto diferente. Me fijé y vi el símbolo del carruaje, no me lo podía creer. Aunque volví a pedir más pañuelos al mismo almacén, sigo esperando otro… no pierdo la esperanza. En una ocasión también venía un bolso de Chanel de los años 60, quizás anterior, sin ningún símbolo exterior pero tenía algo que me llamó la atención. Me gustaría quedármelo pero en aquel caso el bussiness hizo el resto. Cada cierto tiempo encontramos piezas singulares y algo tienen porque vuelan en cuanto llegan a la tienda.

¿Cuál ha sido la evolución del mercado vintage y en qué punto se encuentra actualmente?

Quizás la principal evolución haya sido la apuesta por seleccionar en vintage las tendencias actuales. También siento que lo hemos popularizado, no es ropa vieja cómo nos decían al principio. Por otra parte, el reciclaje y la sostenibilidad tendrán cada vez más peso en nuestras decisiones de compra. Sólo tenemos un planeta y no tiene sentido que unos vaqueros te cuesten 10 euros, porque en algún eslabón de la cadena te estás cargando un acuífero para producir ese algodón que irá teñido con algún químico poco recomendable para tu piel… A nosotros nos toca cambiar ese concepto, no son 10 euros, son muchos más. O nos concienciamos en que el secreto es reducir y reutilizar o esto se acaba.

En un mundo dominado por el ‘fast fashion’, ¿por qué nos atrapa tanto todo lo vintage?

Porque nos aburre vestir de la misma manera que todo el mundo. Somos diferentes y nuestra ropa es la manera más primitiva que tenemos de comunicarnos. Cómo vestimos habla de nosotros aún cuando estamos callados. Y con esa falda amarilla que lleva todo el mundo, no digo nada. Eso es lo que atrapa de la moda vintage, poder comunicar. 


"Nuestra ropa es la manera más primitiva que tenemos de comunicarnos, cómo vestimos habla de nosotros aún cuando estamos callados"


¿Es verdad que en moda está ya todo inventado?

La tecnología es la que sorprenderá, el estilo está inventado. Puedes mezclar nuevos colores, complementos o tejidos pero la ropa será la misma: chaquetas, pantalones, camisetas... Triunfarán en Occidente los vestidos étnicos que en África se visten desde hace 50 años y veremos gabardinas con chándal pero ¿acaso no llevaba Emilio Aragón traje, pajarita y Converse en 1990? El street style seguirá sorprendiéndonos y los desfiles presentarán nuevas propuestas pero si ojeas una Vogue antigua verás que todo lo de hoy te suena de algo.

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