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Pécs: punto de encuentro de culturas

Su arquitectura es suficiente aliciente para acercarte a esta ciudad húngara, pero si necesitas más, seguro que lo encuentras en lo mucho que han preparado bajo el lema Pécs, la ciudad sin límites

Situada a 200 kilómetros al sur de Budapest, en la región llamada Transdanubio Sur, Pécs es una ciudad bendecida por un clima y una atmósfera mediterráneos que han propiciado el asentamiento de varias civilizaciones desde el principio de los tiempos. Esta ciudad de unos 160.000 habitantes y en la que viven hasta nueve minorías étnicas, ha hecho de su multiculturalidad un estandarte. Siempre fue un espacio de encuentro entre culturas, especialmente de aquellas que se relacionaban muy poco como la de la Europa del Oeste: la balcánica, la alemana y la turca, lo que ha dejado en ella una valiosa herencia de monumentos representativos de varias épocas y milenios, de distintos pueblos y etnias.

A su necrópolis paleocristiana declarada Patrimonio de la Humanidad suma construcciones de época otomana, pero también edificios muy singulares, como las pequeñas casas de los granjeros búlgaros en las callejuelas que suben al monte Havi y un conjunto de palacios modernistas cuyas ricas fachadas de cerámica y tejados de dibujos multicolores definen el ambiente particular de esta ciudad.
Su arquitectura es suficiente aliciente para acercarte a esta ciudad húngara, pero si necesitas más, seguro que lo encuentras en lo mucho que han preparado bajo el lema Pécs, la ciudad sin límites.

Podríamos pasar un día entero en la 'visita otomana', sólo hay que seguir paseando por las calles de la ciudad. En medio de un entorno que no puede ser más pintoresco, en el jardín del Hospital Infantil, se halla la obra más apreciada de la arquitectura otomana en Hungría: el Mausoleo del Pasha Idris Baba; y dominando la plaza de Széchenyi -ágora de lugareños-, se encuentra el mayor santuario musulmán de Europa Central, la Mezquita del Bajá Gazi Kasim, la reliquia más importante que dejó el reinado otomano en la ciudad y que ahora funciona como iglesia católica. Su peculiar cúpula verde contrasta con los edificios barrocos que la circundan, algunos de ellos decorados con coloristas cerámicas.
 La 'visita cristiana' tiene su edificio emblemático: la Basílica de San Pedro, en la plaza Dóm. Merece la pena visitarla aunque dispongamos de poco tiempo... y sólo sea entrar y salir por su imponente puerta de bronce. Al salir, fíjese bien en un balcón del Palacio Obispal -a la derecha- porque descubriremos la estatua metálica del músico Franz Liszt que le observa apoyado en la baranda.

Vilmos Zsolnay -nacido en Pécs- fue el más importante ceramista húngaro. Gracias a la Fábrica de Porcelana Zsolnay, que se estableció en esta ciudad hace 150 años, Pécs presume de unas ricas fachadas de cerámica y tejados multicolores.

Pécs dicen que es la ciudad húngara con más museos, casi todos los edificios de la calle Káptalan lo son. En el número 3, se encuentra la casa-estudio de Víctor Vasarely, nacido en Pécs, y creador del Op-art. En el número 4 está La Pinacoteca Húngara Moderna, una galería que alberga un excelente panorama de las obras de los creadores de la vanguardia de los pintores eminentes de fin de siglo.

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